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Sentarse o pasear en un parque ha ofrecido un gran respiro a muchas personas durante la pandemia, y una nueva investigación publicada en la revista Journal of Extreme Events dio a conocer que los parques de las ciudades no alimentan la propagación del COVID-19.

Los científicos observaron cómo las personas utilizaban los parques en dos metrópolis, Filadelfia y Nueva York, durante la pandemia y no encontraron conexión entre estar en un parque y contraer COVID-19.

«A pesar de la especulación inicial de que los parques podrían convertirse en puntos de reunión para grandes grupos de personas y contribuir a la transmisión de COVID-19, nuestra investigación no encontró una correlación fuerte entre los casos de COVID-19 en vecindarios cercanos a parques y la cantidad de personas que acuden a ellos», señaló el investigador Franco Montalto, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Drexel, en Filadelfia.

Al comienzo de la pandemia, los funcionarios de salud pública recomendaron evitar reunirse en grandes grupos al aire libre. Como resultado, muchas ciudades cerraron los parques infantiles públicos pero mantuvieron los parques naturales abiertos.

Los autores estudiaron 22 pequeños parques urbanos, 15 en Filadelfia y siete en la ciudad de Nueva York. El equipo tomó en cuenta factores en torno a un posible vínculo entre el uso del parque y la transmisión de COVID-19.

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Independientemente de la ciudad o de la vulnerabilidad social de los vecindarios cercanos, los parques tendieron a registrar un mayor uso; sin embargo, dicho uso no resultó en una mayor transmisión de COVID-19.

«Aunque se requiere un estudio epidemiológico más extenso, esta investigación no aportó evidencia de que el uso de los parques contribuyera a la propagación del COVID-19», afirmaron los investigadores.

En general, solo un pequeño porcentaje de los usuarios del parque, el 23% en Filadelfia y el 1% en Nueva York, nunca utilizó máscaras y menos del 1% en Filadelfia y Nueva York tosieron o escupieron sin taparse la boca.

Asimismo, solo el 2% en Filadelfia y el 13% en Nueva York participaron con frecuencia en deportes de contacto.

«Aunque los municipios que sí cerraron los parques durante la pandemia probablemente lo hicieron por precaución, nuestro trabajo no muestra evidencia que respalde el cierre de los parques», subrayó Montalto. «Que la gente continuara visitando los parques durante los confinamientos y las primeras etapas de la pandemia resalta el valor evidente de estos espacios naturales como un respiro para los residentes urbanos durante las primeras fases de esta crisis».

 

Fuente: Health Day News