La última subvariante del virus causante de COVID-19 se está propagando rápidamente, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que no es más peligrosa que las otras variaciones del nuevo coronavirus que se encuentran actualmente en circulación.

Esta es una subvariante de la variante Omicron altamente contagiosa de COVID-19, XBB 1.16, también conocida como Arcturus, y se detectó inicialmente en enero de 2023.

Hasta el momento, se ha extendido de manera más amplia en la India, pero ya se ha detectado en 31 países.

«La tendencia al alza de los casos justifica que los expertos en salud pública le recuerden a la comunidad las medidas de protección contra la propagación de la enfermedad», señaló Bernadette Boden-Albala, directora y decana fundadora del Programa de Salud Pública de la Universidad de California en Irvine, Estados Unidos.

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“Es preocupante que haya tantas subvariantes de Omicron circulando en nuestras comunidades, pero debería ser parte de nuestra rutina diaria utilizar máscaras y practicar el distanciamiento seguro cuando una de las subvariantes cobre fuerza”, añadió.

Cabe destacar que la OMS designó a Arcturus como una «variante de interés» pero no como una «variante de preocupación».

Dicho argumento «representaría un cambio importante con respecto a las cepas anteriores», indicó el doctor Brian Labus, profesor asistente en el Departamento de Epidemiología y Bioestadística de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Nevada, en Las Vegas.

“Esta cepa es solo otro pequeño paso en la lenta evolución del virus para mantenerse al día con el sistema inmunológico humano”, apuntó el experto.

“Debido a la trayectoria mostrada hasta el momento, es probable que se convierta en la cepa dominante que circula en la mayoría de las comunidades, pero eso no significa que vaya a ocasionar grandes brotes o a abrumar a nuestros hospitales”, finalizó.

 

Fuente: Medical News Today