Un electrocardiograma, también llamado ECG o EKG, se usa con frecuencia para diagnosticar arritmias cardíacas. El médico coloca electrodos en tu pecho, brazos o piernas que miden y representan gráficamente la actividad eléctrica de tu corazón.

Las mediciones de ECG revelan si la actividad eléctrica es inusualmente rápida, lenta o irregular. La prueba también puede mostrar si tu corazón está agrandado o posee un flujo sanguíneo deficiente.

Un médico puede tomar un ECG mientras descansas o mientras haces ejercicio en una bicicleta estacionaria o caminadora. Un monitor portátil también puede tomar un ECG para buscar irregularidades durante un período de tiempo más largo.

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Los ECG involucran poco o ningún riesgo.

Debido a que las arritmias pueden ser irregulares y es posible que no ocurran mientras estás en el consultorio del médico, quizás tu doctor te pida que utilices un monitor cardíaco en tu hogar para poder diagnosticar las afecciones.

Los tipos de monitores cardíacos pueden incluir:

  • Monitor Holter. Es un monitor portátil que registra el ritmo cardíaco en el transcurso de 1 o 2 días, pero puede durar hasta 14 días.
  • Registradores de eventos. Los registradores de eventos son monitores portátiles que se pueden utilizar para registrar los latidos de tu corazón cuando sientes una irregularidad.
  • Grabador de bucle implantable. Un médico puede implantar una grabadora de bucle debajo de la piel para controlar continuamente los latidos del corazón y registrar las arritmias poco frecuentes.

 

Fuente: Healthline