La circulación es similar a una forma muy sofisticada de plomerÃa: la sangre tiene «flujo» y las arterias funcionan como «tuberÃas». Una ley básica de la fÃsica da lugar al flujo sanguÃneo, y esta ley también se aplica a la manguera de un jardÃn.
La sangre fluye por el cuerpo debido a una diferencia de presión.
La presión arterial es más elevada al comienzo de su viaje desde el corazón (cuando ingresa a la aorta) y es más baja al final de su viaje a lo largo de ramas de arterias cada vez más pequeñas. Esa diferencia de presión es lo que hace que la sangre fluya.
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Las arterias afectan la presión arterial de manera similar a las propiedades fÃsicas de la manguera de un jardÃn que afectan la presión del agua. Al estrechar la tuberÃa, aumenta la presión en el punto de constricción.
Sin la naturaleza elástica de las paredes de las arterias, por ejemplo, la presión sanguÃnea disminuirÃa más rápidamente conforme es bombeada desde el corazón.
Aunque el corazón crea la presión máxima, las propiedades de las arterias son igualmente importantes para mantenerla y permitir que la sangre fluya por todo el cuerpo.
El estado de las arterias afecta la presión y el flujo sanguÃneo, y el estrechamiento de las arterias puede eventualmente bloquear el suministro por completo, lo que lleva a condiciones peligrosas como derrames cerebrales y ataques cardÃacos.
Fuente: Medical News Today