Un estudio reciente publicado en la revista BMC Medicine halló más evidencia de que comer demasiada azúcar puede ser dañino para el corazón. Los investigadores descubrieron que una dieta rica en «azúcares libres» (azúcares añadidos a los alimentos o azúcares que se encuentran naturalmente en los jugos de frutas, la miel y el jarabe) puede aumentar tu riesgo de enfermedad cardíaca e infarto cerebral.

Al observar los hábitos alimenticios de más de 110,000 personas en Reino Unido durante un período de nueve años, los científicos hallaron que por cada 5 por ciento de aumento en la ingesta de azúcares libres consumidos por una persona, el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas era un 6 por ciento más alto y el riesgo de sufrir un infarto cerebral fue un 10 por ciento mayor.

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«El azúcar nunca se ha abordado bien cuando se trata de la salud del corazón», señala Julia Zumpano, de los Servicios de Nutrición de Cardiología Preventiva en la Clínica Cleveland, en Ohio. “Nos hemos centrado en las grasas saturadas, la sal y el colesterol, pero yo pondría el azúcar junto a ellos”.

Comer constantemente una gran cantidad de azúcar procesada puede dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos al disminuir su elasticidad, haciendo que se estrechen y se restrinja el flujo sanguíneo. Si esas arterias ya tienen acumulación de placa, pueden restringir el flujo de sangre hacia el corazón y el cerebro más rápidamente, lo que a su vez puede provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral.

Asimismo, el azúcar procesada puede incrementar los triglicéridos, un tipo de grasa que circula naturalmente en la sangre. Los niveles elevados de triglicéridos son el subproducto directo de tener calorías en exceso, que son lo que contiene el azúcar, enfatizó Zumpano.

 

Fuente: Everyday Health