Algunos factores de riesgo de enfermedad cardíaca no se pueden controlar, como por ejemplo los antecedentes familiares. Sin embargo, todavía es posible reducir la probabilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca al disminuir los factores de riesgo que puedes controlar. Aquí unos pasos clave para lograrlo:

1. Procura tener niveles saludables de presión arterial y colesterol

Tener niveles saludables de presión arterial y colesterol es el primer paso que debes tomar para tener un corazón sano. La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg). Una presión arterial saludable se considera inferior a 120 sistólica y 80 diastólica, que a menudo se expresa como «120 sobre 80» o «120/80 mm Hg». La sistólica es la medida de la presión mientras el corazón se contrae. La diastólica es la medida cuando el corazón se encuentra en reposo. Tener números más altos indica que el corazón está trabajando demasiado para bombear sangre.

Tu nivel de colesterol ideal dependerá de tus factores de riesgo y de tu historial de salud cardíaca. Si tienes un alto riesgo de enfermedad del corazón, tiene diabetes o ya has tenido un ataque cardíaco, tus niveles objetivo estarán por debajo de los de las personas con riesgo bajo o promedio.

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2. Encuentra maneras de manejar el estrés

Tan simple como suena, controlar el estrés también puede reducir el riesgo de enfermedades del corazón. No subestimes el estrés crónico como factor que contribuye a las enfermedades cardíacas. Habla con tu médico si con frecuencia te sientes abrumado(a), ansioso(a) o estás lidiando con eventos estresantes de la vida, como mudarte, cambiar de trabajo o un divorcio.

3. Adopta un estilo de vida más saludable

Comer alimentos saludables y hacer ejercicio regularmente también es fundamental. Asegúrate de evitar los alimentos con alto contenido de grasas saturadas y sal. Los médicos recomiendan de 30 a 60 minutos de ejercicio la mayoría de los días para un total de 2 horas y 30 minutos cada semana. Consulta con tu médico para asegurarte de que puedes cumplir con estas pautas de manera segura, especialmente si ya tienes una afección cardíaca.

Si fumas, deja de hacerlo. La nicotina de los cigarrillos hace que los vasos sanguíneos se contraigan, lo que dificulta la circulación de la sangre oxigenada. Esto puede conducir a aterosclerosis, que es la acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias.

 

Fuente: Healthline