Varias partes de Europa con niveles consistentemente altos de contaminación del aire tienen tasas de mortalidad por COVID-19 más altas, así lo dio a conocer un nuevo estudio publicado en la revista Science of the Total Environment.
El estudio comparó las muertes confirmadas por COVID-19 con los datos de calidad del aire, incluidas las lecturas satelitales de la contaminación atmosférica por dióxido de nitrógeno.
El dióxido de nitrógeno daña el tracto respiratorio y se sabe que ocasiona muchos tipos de enfermedades respiratorias y cardíacas, así lo dijo Yaron Ogen, autor del estudio e investigador posdoctoral en la Universidad Martin Luther de Halle-Wittenberg, en Alemania.
«Dado que el nuevo coronavirus también afecta el tracto respiratorio, es razonable suponer que podría haber una correlación entre la contaminación del aire y el número de muertes por COVID-19», dijo Ogen.
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Para el estudio, Ogen comparó los datos de contaminación por dióxido de nitrógeno con las muertes por COVID-19 en Italia, Francia, España y Alemania. Las regiones con un alto número de muertes por COVID-19 mostraron altos niveles de dióxido de nitrógeno y bajos niveles de movimiento de aire.
«Cuando observamos la región norte de Italia, el área alrededor de Madrid y la provincia de Hubei en China, por ejemplo, todas tienen algo en común: están rodeadas de montañas. Esto hace que sea aún más probable que el aire en estas regiones sea estable y los niveles de contaminación sean más altos«, detalló Ogen.
Cuando hay poco movimiento de aire, es más probable que los contaminantes se inhalen en mayor cantidad, lo que deriva en problemas de salud, resaltó.
Además, la persistente contaminación del aire en algunas regiones podría haber causado una peor salud general, haciendo que sus habitantes sean particularmente susceptibles al coronavirus, agregó.
«Sin embargo, mi investigación sobre el tema es solo una indicación inicial de que podría haber una correlación entre el nivel de contaminación del aire, el movimiento del aire y la gravedad del curso de los brotes de COVID-19», apuntó Ogen, quien agregó que se requiere más investigación para confirmar los hallazgos.
Es importante tomar en cuenta esta información, pues además de seguir las medidas de aislamiento social y de cuidado e higiene durante la pandemia, hay que aprovechar la crisis para poner en práctica buenas conductas que permitan reducir las emisiones contaminantes, lo que incluye evitar el uso del automóvil, evitar el desperdicio de gas y luz, y separar y reciclar la basura correctamente, por mencionar algunas.
Vía: Health Day News