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Diversos estudios realizados en México, Taiwán y Canadá, establecen un vínculo entre la exposición a contaminantes y el riesgo de padecer Alzheimer, Parkinson y otros problemas neurodegenerativos.

A decir de Lilian Calderón, investigadora de la Universidad del Valle de México (UVM), cuando los contaminantes —como el ozono y las partículas ultra finas (PM2.5)— entran al cuerpo, viajan a todos los órganos, produciendo lesiones importantes en el cerebro y otras áreas.

En este sentido, de acuerdo con una investigación realizada en Ontario, aquellos que viven cerca de zonas con mucho tránsito vehicular enfrentan mayor riesgo de padecer Alzheimer y otras enfermedades cognitivas.

En tanto, investigadores de Taiwán demostraron esta correlación, al encontrar neuroinflamación sistémica y rompimiento de las membranas protectoras en los participantes.

«El artículo de Taiwán establece que aumenta 211% el riesgo para Alzheimer cuando se rebasan los límites de ozono; y 138% cuando se rebasan los de partículas ultrafinas (PM2.5)», señaló la especialista.

En México, un estudio dio a conocer que una parte del sector joven del país sufre de inflamación sistémica y problemas para aprender, males relacionados con la función cognitiva. Imagina, ¿qué ocurriría si este problema avanza hasta la adultez?

«Pueden estar atentos en la escuela pero no aprenden porque la inflamación cerebral se asocia con deficiencia cognitiva, como la memoria reciente y el desarrollo de marcadores para Alzheimer», expuso.

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Independientemente de este factor, existen otros agentes que pueden conducir a problemas de memoria, como la nutrición, el peso, la talla, el género y la genética. Por ello, te recomendamos llevar un estilo de vida saludable y visitar a tu médico de cabecera con frecuencia. Recuerda que la mayoría de las enfermedades pueden prevenirse.

 

Vía: Notimex