Son conocidos los beneficios que el pescado con grasas saludables como el atún, salmón y sardinas entregan al organismo, ya que cuentan con una gran fuente de ácidos grasos Omega-3. No obstante, muchas personas eligen tomar un suplemento por la comodidad que implica, aunque un estudio señala que estos no son tan efectivos como el alimento.
Según la investigación, publicada en British Medical Journal, el suplemento alimenticio no cuenta con los beneficios agregados que sí tiene el consumo de pescado, sobre todo cuando se desea prevenir una enfermedad cardiovascular.
Un análisis de 28 estudios detectó que ingerir entre dos a cuatro porciones de pescados con grasas saludables semanalmente, reduce las probabilidades de apoplejías en un 6%. En contraste, tomar suplementos de Omega-3 no tiene efectos considerables. Rajiv Chowdhury, autor del estudio y epidemiólogo cardiovascular en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, sostiene que además de estas grasas, el pescado es rico en otros nutrientes como la vitamina D, calcio, aminoácidos esenciales y selenio.
“No se pueden comparar los beneficios de consumir alimentos a tragar píldoras», concluye el experto.
Algunos beneficios del pescado
El pescado contribuye al combate de una de las más grandes amenazas para la salud en occidente: el riesgo a morir por un infarto. Dariush Mozaffarian, doctor de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Harvard, asegura que consumir una porción modesta de pescado disminuye las probabilidades de mortalidad por esta causa.
Las conclusiones de 30 extensos estudios hechos alrededor de todo el mundo, demuestran que las personas que ingieren sólo una o dos porciones de pescado por semana reducen, en promedio, un 36% el riesgo de fallecer por ataques cardíacos.
Este efecto protector se debe al aceite del pescado, la fuente natural más abundante en ácidos grasos Omega-3.Estos ácidos ayudan a estabilizar la frecuencia cardiaca, reduciendo la cantidad de triglicéridos que obstruyen las arterias.
También existen otras pruebas de que el consumo de pescado ayuda al cerebro en sus funciones. Un análisis hecho en Estados Unidos en 2007 en casi 12 mil mujeres, abarcando un tiempo desde el embarazo hasta que sus hijos comenzaron a hablar, demostró que los bebés de las madres que ingirieron más de 340 gramos de productos marinos en la etapa de gestación, lograban mejores puntajes en los test de inteligencia verbal que los niños de las mujeres que comieron otro tipo de alimentos en este periodo.
