La intoxicación alimentaria puede afectar a una persona o a un grupo de personas que hayan ingerido el mismo alimento contaminado. Se presenta más comúnmente después de consumir alimentos en comidas al aire libre, cafeterías de escuelas, grandes reuniones sociales o restaurantes.
Esta intoxicación ocurre específicamente cuando se ingieren alimentos o agua que contienen bacterias, parásitos, virus o toxinas producidos por estos microorganismos. La mayoría de los casos de intoxicación alimentaria se dan a raíz de bacterias como el Estafilococo o la «Escherichia coli».
Los microorganismos pueden ingresar al alimento que se consume de diferentes maneras:
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La carne de res o de aves puede entrar en contacto con las bacterias normales de los intestinos de un animal que se está procesando.
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El agua que se utiliza durante el cultivo o embarque puede contener estiércol o desechos humanos.
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Inapropiada manipulación o preparación de alimentos en tiendas de abarrotes, restaurantes o casas.
La intoxicación alimentaria con frecuencia ocurre por comer o beber:
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Cualquier alimento preparado por alguien que no use las técnicas apropiadas de lavado de las manos.
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Cualquier alimento preparado usando utensilios de cocina, tablas de cortar y otras herramientas que no estén totalmente limpias.
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Productos lácteos o alimentos que contengan mayonesa (como ensalada de col o de papa) que hayan permanecido fuera del refrigerador por mucho tiempo.
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Alimentos congelados o refrigerados que no se guarden a la temperatura apropiada o que no se recalienten adecuadamente.
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Pescados u ostras crudas.
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Frutas o verduras crudas que no se hayan lavado bien.
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Jugos de verduras o frutas crudas y productos lácteos (busque la palabra «pasteurizado», lo cual significa que el alimento ha sido tratado para prevenir la contaminación).
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Carnes o huevos mal cocidos.
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Agua proveniente de un pozo o arroyo, o agua de una ciudad o pueblo que no haya sido tratada.
Consejos para evitar intoxicación:
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Utilizar siempre un termómetro de carne para comprobar si ésta se encuentra completamente cocida. El color de la carne no puede determinar la seguridad de la misma. Toda la carne debe ser cocida a 165 grados Fahrenheit (escala Americana).
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Lavarse las manos frecuentemente durante la preparación de los alimentos.
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Lavar todos los productos y vegetales antes de cortar y picar.
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Refrigerar sobras en las dos horas siguientes.
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Usar un termómetro al recalentar los alimentos.
