Pensar en que uno de nuestros hijos se esté asfixiando es aterrador. Por ello es muy importante que tomemos algunas sencillas medidas para disminuir el riesgo de que esto suceda.
Lo más importante es que mantengamos fuera del alcance de los niños pequeños objetos que por sus dimensiones pueden quedar atorados en su garganta. Entre estos objetos están las monedas, juguetes pequeños y piezas de juegos, cacahuetes, globos sin inflar y granos; un buen parámetro es que si un objeto cabe dentro del rollo del papel higiénico es lo suficientemente pequeño para provocar asfixia.
Entre las recomendaciones que la Academia Americana de Pediatría de para prevenir la asfixia en niños menores a tres años de edad está el que los adultos deben evitar darles:
- Salchichas y perros calientes enteros. Si se van a dar a un niño éstos deben estar cortados.
- Dulces de goma y otras golosinas duras como nueces, semillas y palomitas de máiz.
- Pedazos gruesos de mantequilla de maní.
- Verduras crudas crujientes, como la zanahoria oe el apio.
- Tomates cherry o uvas enteras. La forma correcta de servirlos a un niño pequeño es partidos en cuartos.
- En general trozos grandes, ya sea de carnes, frutas, verduras crudas o patatas.
Otra buena idea es no permitir que los niños coman lejos de la mesa. Muchos casos de asfixia se presentan porque los niños están alimentándose y jugando al mismo tiempo. Siempre resulta de mucha utilidad aprender con especialistas y practicar la maniobra de Himlich (técnica de emergencia para prevenir la asfixia cuando se bloquean las vías respiratorias de una persona) y reanimación cardiopulmonar (RCP).
Vía: Health Library, Academia Americana de Pediatría
