La llegada de las temperaturas altas es sinónimo de un aumento en casos de enfermedades estomacales. Es por ello que los padres de familia deben ser precavidos en todo lo que concierne a la alimentación, sobre todo si tienen hijos pequeños.

Esto se debe a que los niños menores de cinco años de edad están entre los pacientes más vulnerables a padecer enfermedades gastrointestinales, así como deshidratación en temporada de calor, señaló José Luis López Macías, director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 54 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco.

Aunque las enfermedades estomacales suelen ser más comunes en pequeños de entre seis meses y los cinco años de edad, pueden darse casos en bebés menores de seis meses, conforme se introduce en su dieta alimentos sólidos.

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El experto exhortó a los padres de familia a estar pendientes de la presencia de los siguientes síntomas:

-Piel seca.

-Ojos hundidos.

-Llanto sin lágrimas.

-Vómito.

-Dolor abdominal.

-Falta de apetito.

-Náuseas.

-Decaimiento.

-Recurrentes evacuaciones líquidas.

Estos signos indican algún problema gastrointestinal en los pequeños, mismo que, de no tratarse a tiempo, puede derivar en fuertes amenazas para la salud integral, incluyendo deshidrataciones que pongan en riesgo su vida, advirtió.

De acuerdo con el especialista, los padres deben de seguir buenos hábitos de higiene en los alimentos, además de seguir consejos como:

Brindar a los niños alimentos preparados en casa, lavados y desinfectados con soluciones yodadas o algunas gotas de cloro diluidas en agua (principalmente cuando se trate de frutas y verduras).

-Vigilar que las carnes y mariscos no se descompongan con el calor.

-En caso de tener mascotas en casa, mantenerlas fuera de la cocina o el comedor.

Lavar las manos (incluyendo dorso, palmas, espacio entre los dedos y uñas) antes de preparar los alimentos.

Evitar que los niños coman en la calle, así como abstenerse de comprarles aguas frescas vendidas en la vía pública.

 

Vía: Notimex