Las protuberancias alrededor de los ojos son conocidas como perrillas u orzuelos —glándula sebácea inflamada en el borde del párpado—. Por lo regular, ocurren cuando las bacterias se multiplican dentro de la glándula bloqueada.
Los orzuelos se desarrollan en cuestión de unos pocos días y pueden curarse espontáneamente. Lamentablemente, un orzuelo puede convertirse en chalazión si la glándula sebácea inflamada se obstruye por completo. En este caso pueden presentarse problemas de visión.
Síntomas
Además de la protuberancia enrojecida e inflamada, otros posibles síntomas son:
- Sensación irritante y arenosa como si hubiese un cuerpo extraño en el ojo.
- Sensibilidad a la luz.
- Lagrimeo del ojo.
- Sensibilidad del párpado.
En la mayoría de los casos, el médico puede diagnosticar un orzuelo simplemente con mirarlo. Rara vez se requieren exámenes.
Tratamiento
- Aplica compresas húmedas y calientes en el área durante 10 minutos. Hazlo cuatro veces al día.
- No intentes extirpar un orzuelo ni cualquier otro tipo de protuberancia del párpado.
- No uses lentes de contacto ni maquillaje hasta que la zona haya sanado.
- No frotes tus ojos para evitar que empeore la inflamación o la infección.
- Deja que el orzuelo se cure por sí solo.
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Existe la posibilidad de que se presenten complicaciones, en ese caso debes consultar a un médico. Algunas pueden ser:
- El orzuelo o las protuberancias en los párpados se tornan muy grandes o dolorosos.
- Tienes una ampolla en el párpado.
- Presentas costra o descamación de los párpados.
- Todo el párpado está rojo o el ojo en sí presenta enrojecimiento.
- Tiene exceso de lágrimas y sensibilidad a la luz.
- Un orzuelo reaparece poco después del tratamiento exitoso de otro.
- La protuberancia en el párpado sangra.
Para evitar sufrir este tipo de infecciones, te recomendamos lavarte muy bien las manos antes de tocarte la piel y los ojos.
Vía: Medline Plus/ Mejor con salud
