Sufrir estrés, ansiedad, depresión, lumbalgia, dolor de cabeza, cansancio crónico e hipertensión son las principales características del síndrome de Penélope, una condición que ha ido en aumento en nuestro país a raíz del mayor número de varones que emigran a Estados Unidos.
Y es que el síndrome de Penélope se presenta en mujeres, principalmente en aquellas madres de familia cuyos esposos viajaron a tierras estadounidenses, quedándose ellas a cargo de la crianza de sus hijos y otras responsabilidades.
Este padecimiento es un fenómeno social y se debe a una afectación en la salud emocional de las mujeres mexicanas, destaca Gustavo López Castro, investigador del Centro de Estudios Rurales del Colegio de Michoacán.
“Establecimos una relación entre la ausencia del cónyuge con los problemas convencionales que enfrentan estas mujeres”, compartió Gustavo y agregó que algunas causas señaladas por ellas mismas son “convertirse en autoridad ante sus hijos, responsabilizarse de la educación de estos y adquirir nuevos roles laborales, entre otros”.
De acuerdo con el investigador, el nivel de estrés que presentan estas mujeres es muy alto, pues enfrentan una carga social, sobre todo en comunidades rurales, donde son vigiladas tanto por su propia familia como por la de su pareja, con la finalidad de que se “mantenga el honor” de la relación, apuntaron algunas de las mujeres implicadas.
El especialista detalló que las mujeres evitan situaciones que puedan llegar a ser malinterpretadas, como hablar con varones. Esto les provoca efectos negativos en su salud física y mental, subrayó. “Esto se agrava ante la ausencia de terapeutas a los cuales acudir y ante la falsa idea de que solamente los consultan las personas con problemas psiquiátricos”, expuso Gustavo.
Por ello, y a manera de un intento por contrarrestar estas situaciones, muchas de ellas salen a caminar o a hacer ejercicio, lo que, dicen, les ayuda a disminuir el estrés. “Generalmente, se reúnen con sus amigas y pueden expresarles sus sentimientos y compartir sus problemas. Sin embargo, en casos más graves pueden recurrir al alcohol como una forma de desahogo, lo cual puede convertirse en un riesgo”, explicó el investigador.
Finalmente, el especialista destacó que ante esta situación, es necesario diseñar métodos que ayuden a la salud emocional de estas mujeres; y se aplique en todos los lugares donde se tenga detectado un mayor número de casos.
Vía: Notimex
