Cuando se usa de forma correcta, la mochila puede ser la mejor forma de que tus hijos lleven todos los artículos que necesitan a la escuela.
No obstante, cuando pesan demasiado o se utilizan incorrectamente pueden causar lesiones en los músculos y en las articulaciones, entre las que se incluyen dolor de espalda, del cuello y los hombros, así como problemas de postura.
Para evitar estos problemas, en primera instancia, debes revisar que la mochila de tu hijo sea adecuada. Procura que tenga dos bandas anchas y acolchonadas para los hombros y, si es posible, una banda para la cintura; asimismo, comprueba que tiene un respaldo acolchonado y que sea liviana, también puedes optar por una mochila con ruedas, pero recuerda que de cualquier modo tu hijo tendrá que cargarla en ciertas zonas, como las escaleras.
Una mochila nunca debería pesar más del 10 o 20 por ciento del peso corporal de tu hijo. De ser posible, incluso es recomendable que deje algunos libros en la escuela para que no tenga que cargarlos diariamente.
Cuando se usa una mochila es necesario que siempre se coloquen ambas bandas para los hombros pues llevarla en uno sólo puede distender los músculos o, bien, aumentar la curvatura de la columna vertebral. Aprieta las bandas para que la mochila quede pegada al cuerpo y dos pulgadas arriba de la cintura.
Es importante que usen todos los compartimentos. Organiza los artículos más pesados en la parte más cercana al centro de la espalda.
Para levantarla es necesario flexionar ambas rodillas para agacharse.
Vía: American Academy of Pediatrics
