Junto con el calcio, la vitamina D se encarga de mantener los huesos saludables. La deficiencia de este nutriente puede retrasar el crecimiento de un niño, así como provocar caries y problemas en la estructura dental. Los adultos que no reciben suficiente vitamina D enfrentan el riesgo de sufrir osteomalacia —huesos débiles—, osteoporosis —huesos delgados— y debilidad muscular. También puede debilitarse el sistema inmune, lo que conduciría a muchas enfermedades y condiciones crónicas.

Obtener esta vitamina es muy sencillo. Se encuentra tanto en alimentos —pescados grasos, aceite de pescado, huevos, queso y mantequilla—, como en suplementos. Además, los rayos solares ayudan al cuerpo a producirla. Si vives en un lugar poco soleado, es probable que tengas el nivel de vitamina D por debajo de lo normal. Las personas de piel oscura, los adultos mayores y los pacientes con sobrepeso también suelen tener niveles más bajos de esta vitamina.

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Si bien es importante detectar si existe una deficiencia, expertos aseguran que las pruebas médicas que lo permiten sólo generan tratamientos excesivos y, en ocasiones, innecesarios. Una prueba de sangre es la única manera de saber si hay deficiencia de vitamina D. Pese a ello, la mejor forma de prevenir y combatirlo es a través de hábitos diarios que favorezcan su producción. Toma en cuenta lo siguiente.

  1. Pasea con tu perro o lleva a tus hijos al parque en días soleados. Durante algunas épocas del año no hay suficiente luz para producir vitamina D. No te excedas y utiliza protector solar.
  2. Además de los alimentos mencionados, existen productos fortificados con vitamina D, como la leche, algunos jugos y cereales. Para descubrirlos, acostúmbrate a leer las etiquetas de nutrición de los alimentos.

 

Vía: Notimex