Si estás tratando de decidir si llevar a tu hijo(a) a que le hagan la prueba de COVID-19, habla con su pediatra, así lo recomienda la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP).

Los niños y adolescentes con síntomas de COVID-19 deben hacerse la prueba de inmediato. Esto es especialmente importante si van a la escuela, practican deportes o tienen trabajos presenciales, señala la AAP.

Dicha prueba también se recomienda antes de procedimientos médicos como una cirugía.

Algunos países requieren la prueba del SARS-CoV-2 después de que una persona viaje al extranjero, y eso incluye a los menores de edad.

La academia recomienda esperar para realizar la prueba durante al menos cuatro días después de que un niño haya estado en contacto cercano con alguien contagiado de COVID-19, siempre que el niño no presente síntomas.

Conoce más: Síndrome inflamatorio multisistémico y su posible vínculo con la COVID-19 en niños

El contacto cercano significa haber estado dentro del rango de 2 metros de una persona con COVID-19 confirmada o probable durante un total de 15 minutos o más durante dentro de un período de 24 horas, indica la AAP.

Existen tres tipos principales de pruebas de COVID-19. Las pruebas moleculares y de antígenos buscan infecciones activas, mientras que las pruebas de anticuerpos muestran si una persona ha sido infectada en el pasado. El médico de tu hijo puede explicarte qué hace cada prueba y cuándo pueden ser más útiles.

Muchos lugares donde se aplica la prueba pueden brindar resultados en uno a tres días; algunos otorgan resultados el mismo día.

Después de que tu hija o hijo se hagan una prueba, es importante que discutas los resultados con su médico y aprendas qué hacer a continuación, subraya la academia.

Cualquier persona con una prueba de anticuerpos positiva debe continuar siguiendo las medidas de seguridad, como utilizar máscaras faciales y mantener el distanciamiento físico, enfatizó la AAP.

La academia añade que las pruebas de anticuerpos no deben usarse para tomar decisiones sobre ingresar o regresar a entornos grupales como escuelas, guarderías o dormitorios.

 

Vía: Health Day News