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La aptitud de los padres para leer las señales de hambre, saciedad, cansancio e incomodidad de su bebé influyen en la toma de decisiones a la hora de alimentarlo. Entre las señales que produce el niño se encuentran:

  • Observar la comida que se abre antes de comerla.
  • Apretar los puños o alcanzar la cuchara como manifestación de hambre.
  • Mostrar irritación si el ritmo de la comida es demasiado lento o si la persona que lo alimenta se detiene en intervalos periódicos.
  • Comenzar a jugar con la comida o con la cuchara a medida que se comienza a saciar.
  • Disminuir el ritmo de la alimentación, o alejarse de los alimentos cuando desea dejar de comer.
  • Dejar de comer o alejar los alimentos después de comer lo suficiente.

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Por otro lado, la Academia Americana de Pediatría y la Asociación Dietética de Estados Unidos recomiendan la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida y su continuación a lo largo de los siguientes seis meses como nutrición óptima durante la infancia.

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Vía: Adaptado de: Brown JE. (2006).Alimentación. En: Nutrición en las diferentes etapas de la vida. 2ª ed. Mc Graw Hill. Ciudad de México.