Encontrar un terapeuta puede ser una tarea ardua, especialmente en un momento en que la demanda supera la disponibilidad de profesionales. Una vez que has superado este obstáculo y has iniciado una terapia psicológica, decidir terminarla puede resultar aún más difícil. ¿Cómo saber si es el momento adecuado para poner fin a la terapia? Aquí te ofrecemos algunas pautas.

1. ¿Eres tú el problema o tu terapeuta?

Antes de tomar la decisión de dejar a tu terapeuta actual, es crucial reflexionar sobre si realmente no está funcionando o si simplemente te sientes incómodo. La terapia psicológica puede ser desafiante y generar emociones difíciles de manejar, pero es importante evaluar si sientes que estás avanzando hacia tus objetivos terapéuticos.

La honestidad contigo mismo sobre lo que necesitas y tu disposición a comunicarte con tu terapeuta son fundamentales en este proceso.

2. Ten claro lo que quieres de la terapia

Es esencial tener claros tus objetivos terapéuticos y comunicarlos a tu terapeuta. ¿Buscas un espacio para explorar tus emociones sin mucha retroalimentación? ¿Prefieres un enfoque más activo y desafiante? Definir tus necesidades te ayudará a evaluar si tu terapeuta actual está cumpliendo con tus expectativas.

3. Busca alternativas

Si sientes que no estás obteniendo beneficios de tus sesiones o que no tienes una buena conexión con tu terapeuta, considera explorar otras opciones. Pide recomendaciones a tus médicos, amigos o familiares, y busca terapeutas que se ajusten mejor a tus necesidades y preferencias.

4. Los finales pueden ser oportunidades

Terminar una relación terapéutica puede generar sentimientos de duda o tristeza, pero es importante recordar que la terapia debe ser una herramienta que te ayude a crecer y mejorar. No te quedes en una relación terapéutica por miedo a herir los sentimientos de tu terapeuta. Ser honesto acerca de tus necesidades es fundamental para tu propio bienestar.

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5. No hagas «ghosting» a tu terapeuta

Una de las peores cosas que puedes hacer es dejar de ver a tu terapeuta sin ninguna explicación. Aunque pueda resultar incómodo, es importante comunicar tus sentimientos y preocupaciones de manera clara y respetuosa. Recuerda que la terapia es un espacio seguro para abordar temas difíciles.

Si sientes que has alcanzado tus objetivos terapéuticos y estás listo para seguir adelante por tu cuenta, no temas comunicárselo a tu terapeuta. Terminar una relación terapéutica puede ser gradual, y dejar la puerta abierta a futuras visitas puede ser reconfortante.

Recuerda que la terapia psicológica es una herramienta para tu bienestar mental y emocional, y es importante encontrar un terapeuta con el que te sientas cómodo y seguro.

 

Fuente: CNN Salud/ Universidad Northwestern