Es común que, por las mañanas, algunos niños y adultos suelan tener ataques de estornudos. Sin embargo, si este comportamiento se da de forma constante y en temporadas específicas del año, es probable que exista la presencia de una alergia estacional.
Se conoce como alergia estacional -también llamada médicamente rinitis alérgica estacional– a un conjunto de síntomas que afectan la nariz. Estos síntomas alérgicos suelen ocurrir durante ciertas épocas del año, generalmente cuando el moho del exterior libera sus esporas y las plantas liberan diminutas partículas de polen al aire.
Cualquier niño puede desarrollar una alergia gestacional en algún momento de su vida, incluso si nunca ha padecido alguna.
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Este tipo de alergias pueden aparecer prácticamente en cualquier momento de la vida de una persona, aunque suelen ser más comunes en niños de 10 años.
Síntomas
La sintomatología de la alergia estacional suele aparecer de repente y durar mientras el niño se sigue exponiendo a un alérgeno en particular. Algunos de los signos más característicos son:
-Estornudos constantes.
-Picor de nariz y/o de garganta.
-Congestión nasal.
-Secreción nasal acuosa.
-Tos.
-Picor ocular.
-Ojos llorosos y/o enrojecidos.
De acuerdo con expertos en salud, las alergias estacionales son bastante fáciles de identificar ya que sus síntomas reaparecen año tras año tras la exposición a alérgenos estacionales.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo?
Aunque actualmente no existe ninguna cura definitiva para este tipo de alergia, sí es posible aliviar sus síntomas. Algunas de las recomendaciones que dan los especialistas consisten en:
1. Reducir o eliminar la exposición a los alérgenos. Durante la estación del año en que se produce este tipo de alergias, se deben mantener las ventanas cerradas, utilizar el aire acondicionado de ser posible y quedarse en interiores cuando la concentración de polen sea alta.
2. Pedir a los niños que se laven las manos o que duchen y se cambien de ropa después de jugar al aire libre. Un menor con alergia estacional no debe cortar el césped.
3. Si la reducción de la exposición al alérgeno es imposible o resulta ineficaz, se debe acudir con un médico para que le recete al niño algún medicamento que pueda ayudar a aliviar los síntomas alérgicos.
Vía: Kid’s Health
