De acuerdo con los resultados de la Encuesta nacional sobre la salud de los niños del Hospital Pediátrico C.S. Mott de la Universidad de Michigan, EU, cuando los padres se involucran demasiado en lo referente a la atención sanitaria de sus adolescentes, estos últimos no aprenden a gestionar su propia atención médica.
«La mayoría de los padres están gestionando las visitas médicas de sus hijos adolescentes, y sus adolescentes podrían estar perdiendo oportunidades valiosas para aprender a tomar las riendas de su propia salud», comentó Sarah Clark, directora asociada de dicha encuesta.
«Hacer que los adolescentes tomen la iniciativa en responsabilidades como rellenar el papeleo, describir sus problemas de salud y hacer preguntas durante la adolescencia les ayuda a ganar experiencia y confianza en la gestión de su salud», añadió Clark.
Los investigadores encuestaron a más de 1,500 padres de adolescentes de entre 13 y 18 años de edad. Solo un tercio de los padres indicaron que sus hijos adolescentes tenían conversaciones privadas con su médico referentes a su salud. Y menos del 10 por ciento dijeron que sus hijos adolescentes eran capaces de rellenar un formulario de sus antecedentes médicos por sí mismos.
Cerca del 40 por ciento de los padres encuestados afirmaron que únicamente ellos (no sus hijos adolescentes) preguntaban al médico sus dudas sobre su salud, y solo el 15 por ciento de los padres refirió que sus hijos adolescentes hablarían por sí mismos con un médico en cuanto a sus problemas físicos o emocionales.
«Hablar con el médico en privado es importante, no solamente para ofrecer a los adolescentes la oportunidad de revelar información confidencial, sino también para ofrecerles la oportunidad de ser participantes activos en su propia atención médica, sin que alguno de los padres lleve la iniciativa», destacó la especialista.
«La razón principal por la que los padres gestionan los distintos aspectos de las visitas médicas es que sus hijos adolescentes no se sentirían cómodos hablando sobre estos temas, lo que podría derivarse del hecho de que no están practicando mucho», agregó.
La experta reconoció que es normal que exista una preocupación de los padres en cuanto a la salud de sus hijos, y que suele ser difícil otorgarles independencia en el ámbito médico. «Pero con la guía de los padres, estas oportunidades tempranas ayudarán a los adolescentes a prepararse para navegar por el sistema de atención sanitaria y tomar la responsabilidad de su propia salud a medida que crecen», enfatizó.
Clark hizo algunas recomendaciones para que los padres pasen la estafeta de las cuestiones médicas a sus hijos adolescentes. Sugirió que previo a una cita, animen a sus hijos a escribir cualquier problema o pregunta de salud que tengan. Una vez que lleguen a la oficina del médico, los padres deben hacer que su hijo o hija se presente en la oficina de registro y que solo él o ella rellene los formularios.
Ya en la cita, aconseja que antes de que los padres hablen deben dejar que lo haga primero su hijo, para que tenga tiempo de explicar cualquier problema o de hacer preguntas.
Vía: Health Library
