Diversos estudios han comprobado que las relaciones de pareja pueden llegar a tener una influencia significativa en la salud integral, tanto en lo positivo como en lo negativo.

Así como las relaciones de pareja felices repercuten positivamente en la salud de ambos integrantes, las llamadas relaciones tóxicas -donde existen diversos problemas- afectan negativamente el bienestar.

Uno de los más recientes hallazgos al respecto sugiere que la depresión en uno de los miembros de la pareja puede llegar a afectar la salud mental del otro miembro, a largo plazo.

Tener un cónyuge con depresión puede aumentar episodios depresivos e incluso detonar en deterioro cognitivo en la pareja, conforme pasa el tiempo, destacó el estudio, elaborado por especialistas de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, en Estados Unidos.

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Los autores de la investigación comentaron que estudios anteriores ya habían reportado condiciones de salud similares entre parejas, pero ahora se encontró una relación directa entre deterioro cognitivo y los síntomas depresivos.

“Debido a que las emociones y actividades intelectuales de los cónyuges se influyen mutuamente en la vida diaria, esperábamos que la salud mental y cognitiva de las parejas también se relacionara con el tiempo. Y esto es lo que encontramos”, indicó Joan Monin, profesora del Departamento de Ciencias Sociales y del Comportamiento en la Escuela de Salud Pública de Yale.

Recomendación

Para evitar que esto suceda, Monin aseguró que es fundamental controlar, prevenir y tratar los problemas de salud mental y cognitiva en los matrimonios a tiempo. Esto es, en cuanto sean diagnosticados.

Una persona puede sospechar que su pareja padece depresión si presenta varios de los siguientes síntomas:

-Estar triste o melancólico la mayoría de las veces o todo el tiempo.

-Estar de mal genio o irritable la mayoría de las veces, con ataques súbitos de ira.

-No disfrutar de actividades que normalmente lo hacen feliz.

-Sentirse desesperanzado.

-No sentirse bien consigo mismo o tener sentimientos de inutilidad, odio hacia sí mismo y culpa.

-Tener problemas para dormir o dormir más de lo normal.

-Tener dificultad para concentrarse.

-Movilizarse más lentamente o parecer «asustadizo» o agitado.

-Sentirse mucho menos hambriento que antes o incluso bajar de peso.

-Sentirse cansado y falto de energía.

-Volverse menos activo o dejar de hacer actividades habituales.

En caso de detectar varios de estos síntomas, es importante que la pareja acuda con un especialista en salud, ya que solamente un profesional está capacitado para diagnosticar depresión y tratarla de forma adecuada.

 

Vía: Notimex