No sólo ha cambiado nuestros hábitos, el cubrebocas ha provocado cambios en nuestra estética y en nuestra imagen. Lamentablemente, el uso de este tipo de mascarillas ha tenido un efecto negativo en la piel, sobre todo en pieles finas, debido a que provoca presiones que deforman el perfil del ojo, dándole una forma que no es natural.

El roce continuo produce, además, una cierta irritación y sequedad que hace que la zona se deshidrate, que envejezca más rápido y que las patas de gallo se marquen de una manera notable. Asimismo, las bolsas y las ojeras se hacen mayores al funcionar peor la circulación de la zona. Y la epidermis aparece mortecina y apagada.

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Recomendaciones

Si queremos mantener saludable la única zona visible de nuestra cara, debemos cuidar la zona del contorno de los ojos. Por un lado evitando su degradación y por otro potenciando su atractivo. Es recomendable utilizar cremas específicas con un pH concreto para esa zona, que no es el mismo que el resto de la piel.

Debemos conseguir que estos cosméticos aporten dos cosas:

  1. Mejora de la microcirculación, acelerando la velocidad de la sangre y tonificando los vasos, aportando así más oxígeno y nutrientes.
  2. Regeneración de la piel y las vigas de colágeno, aumentando el espesor de la piel y devolviéndole elasticidad al contorno de ojos.

Recuerda, es imprescindible la constancia y la disciplina. Mantener una rutina nos hará disfrutar resultados visibles. Si tienes dudas, acércate a un especialista.

 

Vía: 20 minutos.es