¿Sabías que puedes entrenar a tu cerebro para formar buenos hábitos como ir al gimnasio y comer de manera saludable? Si no lo sabías, esto es posible hacerlo simplemente repitiendo las acciones hasta que se mantengan, así lo reveló una nueva investigación psicológica concretada por la Universidad de Warwick, en Reino Unido.

El doctor Elliot Ludvig, profesor asociado del Departamento de Psicología de Warwick, junto con sus colegas de las Universidades de Princeton y Brown (Estados Unidos), crearon un modelo que demuestra que la formación de buenos (y malos) hábitos depende más de la frecuencia con la que se realiza una acción que de la satisfacción que se obtiene de ella.

El trabajo se publicó recientemente en la revista Psychological Review.

Los investigadores desarrollaron una simulación por computadora en la que a “roedores digitales” se les daba la opción de activar dos palancas, una de las cuales estaba asociada con la posibilidad de obtener una recompensa. La palanca con la recompensa fue la “correcta”, y la palanca sin la recompensa fue la “incorrecta”.

La posibilidad de obtener una recompensa fue intercambiada entre las dos palancas, y los roedores simulados fueron entrenados para elegir la “correcta”.

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Cuando los roedores digitales fueron entrenados por un corto tiempo, lograron elegir la nueva palanca “correcta” cuando se intercambió la posibilidad de recompensa. Sin embargo, cuando fueron entrenados durante un período extenso, las ratas digitales activaban la palanca “incorrecta” de manera obstinada, incluso cuando ya no tenían la oportunidad de obtener una recompensa.

Los roedores prefirieron atenerse a la acción repetida a la que estaban acostumbrados, en lugar de tener la oportunidad de obtener una recompensa.

“Gran parte de lo que hacemos está impulsado por los hábitos, sin embargo, cómo se aprenden y se forman tales hábitos todavía un misterio. Nuestro trabajo arroja nueva luz sobre esta pregunta al construir un modelo matemático de cómo la simple repetición puede conducir a los tipos de hábitos que observamos en las personas y otras criaturas”, comentó Ludvig.

Por su parte, Amitai Shenhav, profesor asistente en el Departamento de Ciencias Cognitivas, Lingüísticas y Psicológicas de la Universidad Brown y uno de los autores del artículo, expresó:

“Durante más de un siglo, los psicólogos han estado tratando de entender qué es lo que impulsa nuestros hábitos, y una de las preguntas recurrentes es cuánto de los hábitos son producto de lo que deseamos en comparación con lo que hacemos. Nuestro modelo ayuda a responder eso sugiriendo que los hábitos en sí son un producto de nuestras acciones previas, pero en ciertas situaciones esos hábitos pueden ser suplantados por nuestro deseo de obtener el mejor resultado”.

Así que enfócate en repetir continuamente las conductas y acciones que deseas convertir en hábitos, y asegúrate de que sean buenas tanto para tu salud mental como física.

 

VíaUniversity of Warwick