Una nueva investigación demostró que las personas que llevan a cabo una dieta baja en carbohidratos o una baja en grasa, por propia elección no generan una mayor pérdida de peso, en comparación con aquellas a las que se les asignó una dieta, sin tener la capacidad o la opción de elegir.
El estudio se realizó en pacientes con un índice de masa corporal (IMC) igual o mayor a 30 kg/m2, con una edad promedio de 55 años, así como con en pacientes con un IMC promedio de 36 kg/m2, encontrando en este segundo grupo un 23% de diabetes mellitus.
El grupo que perdió más peso fue al cual se le asignó una dieta específica; sin embargo, la diferencia no fue estadísticamente significativa. El 58% de los pacientes que podían elegir el tipo de dieta, tomó la decisión de seleccionar la dieta baja en carbohidratos. Los participantes recibieron guías para el recuento de calorías, grasas y carbohidratos, así como folletos impresos, con seguimiento cada 4 semanas.
El grupo con dieta asignada perdió una media de 1,1 kg más que los que escogieron su dieta. A pesar de esto, los resultados estadísticos no son significativos. La pérdida media de peso fue de 5,7 kg comparada con 6,7 kg.
Se refiere que un mayor consumo de alimentos se asocia cuando la dieta incluye alimentos más “ricos”.
Es fundamental recalcar la importancia de contar con asesoría nutricional, principalmente las personas que quieran llevar a cabo una dieta. Ésta debe de complementarse con actividad física, ya que ambos elementos deben ser específicos para cada paciente.
Vía: Annals of Internal Medicine
