Aunque ir al gimnasio mejora tu salud, también puede ser un caldo de cultivo para gérmenes como los de la gripe y los resfriados, así lo advierte Bryan Combs, enfermero practicante de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Alabama, en Birmingham (Estados Unidos).

«Lo más importante del gimnasio es que hay muchas áreas donde los gérmenes, virus y hongos pueden estar durante todo el año», indicó Combs.

Las agarraderas en las máquinas elípticas, las cintas de correr, las bicicletas estacionarias y las máquinas de pesas se encuentran entre los lugares más sucios de los gimnasios.

«Incluso si la agarradera se limpia con regularidad, estará cubierta de bacterias», afirmó Combs, quien agregó que debes limpiar las máquinas antes y después de cada uso.

«Debes usar toallitas o un spray desinfectante para limpiar las máquinas o las pesas antes y después de utilizarlas», subrayó Combs. «Una vez que limpies el equipo, cuelga tu toalla en un área que sepas que está limpia. Cuando termines, límpiala nuevamente para la próxima persona».

Las toallas son otro problema potencial. «Aunque las toallas se hayan lavado, muchos gimnasios usan el mismo contenedor para llevar las toallas sucias al área de lavado, y luego vuelven a utilizarlo para traer las toallas limpias de regreso, con lo que pueden contaminarse nuevamente», detalló Combs.

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Por ello, el especialista recomienda que lleves tu propia toalla limpia al gimnasio y la laves en casa después de cada entrenamiento.

También es importante lavar las botellas de agua con jabón y agua caliente después de cada uso.

«Algunas personas usan la misma botella de agua cada vez que van al gimnasio. Si no la llevas a casa y la lavas, y vas al gimnasio unos pocos o varios días a la semana, la botella de agua podría estar cubierta de bacterias», advirtió Combs.

Tu bolsa o mochila de gimnasio también puede ser un refugio para las bacterias, por lo que una buena idea es el tratamiento regular con un aerosol desinfectante.

Siempre usa calzado en todas las áreas del gimnasio, especialmente en los vestuarios y en la ducha. Si te sientas, coloca una toalla limpia encima del banco o asiento, aconsejó.

«Caminar descalzo en vestuarios o duchas es una manera fácil de contraer estafilococo resistente a la meticilina (MRSA) o una infección por hongos como el pie de atleta. Al usar calzado limpio, puedes evitar contraer algo que se contagia por contacto con la piel», aseguró Combs.

Finalmente, cambia tu ropa después de cada entrenamiento. «Tan pronto como salgas del gimnasio, debes cambiarte de ropa lo antes posible. Muchas personas continúan usando su ropa sudada durante una hora u hora y media. Es importante quitártela y ducharte tan pronto como puedas después de un entrenamiento», finalizó Combs.

 

Vía: Health Day News