La memoria es una función de nuestro cerebro que nos permite codificar, almacenar y recuperar la información del pasado, motivos que la hacen fundamental para nuestro bienestar. Es por ello que debemos prestar atención a cualquier tipo de anomalía en ella.

Aunque el deterioro de la memoria es una característica natural del envejecimiento, es una realidad que las personas podemos llevar a cabo acciones que retrasen este proceso, y el ejercicio es una de las principales recomendaciones.

De acuerdo con un reciente estudio japonés, incluso realizar una breve sesión de ejercicio podría ayudar a mejorar significativamente nuestra memoria.

Bastan 10 minutos

La investigación, que apareció publicada en la revista especializada Proceedings of the National Academy of Science, encontró que con apenas 10 minutos de ejercicio ligero -pedalear de forma relajada en una bicicleta estática, por ejemplo- fueron suficientes para mejorar la capacidad de recordar de los participantes.

Esto se debe a que incluso sesiones breves de ejercicio ligero son capaces de provocar un aumento instantáneo en la comunicación entre dos áreas cerebrales que son clave para el procesamiento de la memoria, indicó Hideaki Soya, autor del estudio y presidente de la Iniciativa de Investigación Avanzada para un Mayor Rendimiento Humano en la Universidad de Tsukuba en Ibaraki, Japón.

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Soya describió los hallazgos como “unas evidencias sorprendentes [de cómo] un protocolo de ejercicio muy ligero tiene de hecho efectos beneficiosos en el cerebro y en la cognición”.

El especialista resaltó que los resultados “son buenas noticias para las personas a quienes no les gusta hacer ejercicio”, incluyendo a quienes por cuestiones de salud no pueden realizar ejercicio intenso y a las personas mayores.

Ejercicio para todas las edades

Aunque este estudio se llevó a cabo en personas jóvenes, Soya subrayó que investigaciones previas sugieren que el ejercicio ligero produce resultados “no solo en los jóvenes, sino también en las personas mayores”. Por lo que recomendó a las personas de todas las edades incluir en su rutina diaria una sesión de actividad física ligera (como caminar o andar en bici).

“Los hallazgos actuales son interesantes, porque sugieren que la actividad física podría mejorar la memoria. La actividad física es una parte valiosa de un plan de bienestar corporal general, y se asocia con un riesgo más bajo de deterioro cognitivo”, apuntó por su parte Heather Snyder, directora de operaciones médicas y científicas en la Asociación del Alzheimer (AA, por sus siglas en inglés).

 

Vía: Health Day News