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La muerte de un familiar o un ser querido es un acontecimiento que suele tener repercusiones importantes en la salud integral y la vida de cualquier persona. Se trata de un duro golpe que deja consecuencias y es difícil de superar. Situación que puede llegar a complicarse en el caso de que suceda durante el embarazo.

Cuando una mujer embarazada pierde a un ser querido es un momento muy delicado, donde se requerirá que la familia cuide la salud tanto de la mamá como del futuro bebé.

Aunque el duelo es un tema muy personal e individual, al que cada persona responderá de manera distinta, existen manifestaciones que la mayoría comparte, y a las que la pareja y familia deben poner atención en una mujer embarazada:

Manifestaciones fisiológicas.- Sentir un vacío en el estómago, opresión en el pecho y/o garganta, sensación de ahogo, falta de energía, alteración del sueño y/o apetito.

Manifestaciones cognitivas.- Pensamiento desordenado, imágenes y recuerdos vívidos de la persona fallecida, sentimientos de culpa, rabia, ira, melancolía, amargura e impotencia.

Manifestaciones motoras.- Aislamiento social, evitar el recuerdo o, por el contrario, necesitar un exceso de exposición a objetos o lugares relacionados con la persona fallecida.

Tanto los familiares como amigos deben estar conscientes de que estas manifestaciones son completamente comunes, las cuales experimentan un gran porcentaje de las personas que sufren la pérdida de un ser querido.

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Asimismo, una mujer embarazada -al igual que la mayoría de las personas- deberá pasar por las fases de negación (estado de shock en el que la mente se bloquea y evita aceptar la realidad), confrontación (tener sentimientos de culpa) y restablecimiento (superar la situación de duelo).

Es común que todas las personas que experimenten una situación de esta magnitud pasen por estas fases. La duración de las mismas dependerá de cada persona, lo cual podría suceder en días o semanas en algunos casos, o podría llevar meses e incluso años en otros.

Algunos consejos que recomiendan los profesionales para mujeres embarazadas que sufran la pérdida de un ser querido son:

-Evitar tomar decisiones radicales como mudanzas o cambios de trabajo, ya que solo generarán mayor estrés y retrasarán el proceso de recuperación.

-No recurrir a la automedicación (ni en este ni en ningún otro momento), ya que algunos medicamentos pueden provocar alteraciones importantes en la salud del bebé.

-Recordar que, a pesar del inmenso dolor que sienten, dentro de las mamás hay un pequeño que necesita que ella se encuentre bien.

-Cuidar su alimentación y su salud. Continuar con las citas prenatales y reforzar el sistema inmunológico, el cual puede verse afectado por el proceso de duelo.

 

Vía: BabyCenter