Incluso si no usas un reloj inteligente o una banda de ejercicios para controlar tu frecuencia cardíaca, seguramente has sentido que tu pulso fluctúa a lo largo del día. Durante las horas de vigilia, la cantidad de latidos por minuto cuando estás sentado(a) en silencio se conoce como frecuencia cardíaca en reposo. En la mayoría de los adultos, la frecuencia cardíaca en reposo varía entre 60 y 100 latidos por minuto, así lo indica lo indica Julie Corliss, editora ejecutiva de la publicación Harvard Health Letter de la Universidad de Harvard (Estados Unidos).

Una vez que te pones de pie y te mueves, tu frecuencia cardíaca aumenta, y el ejercicio la impulsa todavía más. Incluso las emociones intensas (miedo, ira o sorpresa) pueden hacer que tu frecuencia cardíaca se acelere. Pero, ¿qué pasa cuando te acuestas a dormir? La respuesta varía según la fase del sueño: sueño ligero, sueño profundo o sueño de movimientos oculares rápidos (REM).

¿Cómo cambia tu frecuencia cardíaca mientras duermes?

«Durante el sueño, la estimulación de tu sistema nervioso se reduce y la mayoría de los procesos de tu cuerpo se ralentizan», explica el doctor Lawrence Epstein, médico asociado de la división de trastornos del sueño y circadianos del Hospital Brigham and Women.

Aproximadamente, cinco minutos después de quedarte dormido(a), tu frecuencia cardíaca disminuye gradualmente a tu frecuencia de reposo conforme ingresas a lo que se conoce como sueño ligero. Tu temperatura corporal baja y tus músculos se relajan. Las personas suelen pasar aproximadamente la mitad de la noche con un sueño ligero. Pero durante la siguiente fase, el sueño profundo, tu presión arterial cae y tu frecuencia cardíaca se ralentiza entre un 20% y un 30% por debajo de la frecuencia cardíaca en reposo.

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Cuando sueñas, ingresas a la fase de sueño conocida como REM. “Tu frecuencia cardíaca puede variar bastante durante el sueño REM porque refleja el nivel de actividad que ocurre en tu sueño. Si sueñas con algo aterrador, o tu sueño tiene que ver con una actividad como correr, entonces tu frecuencia cardíaca aumenta como si estuvieras despierto(a)”, detalla Epstein.

¿Puedes cambiar tu frecuencia cardíaca en reposo?

Si corres o realizas otra actividad física de intensidad moderada a vigorosa con regularidad, puedes reducir tu frecuencia cardíaca en reposo. Esto se debe a que el ejercicio fortalece el músculo cardíaco, lo que le permite bombear un mayor volumen de sangre con cada latido. Como resultado, se envía más oxígeno a los músculos, permitiendo que el corazón no tenga que latir tantas veces como lo haría en alguien con menos condición física.

A medida que las personas envejecen, la frecuencia cardíaca en reposo permanece más o menos igual, excepto cuando deben tomar medicamentos que reducen la frecuencia cardíaca, como los betabloqueadores o los bloqueadores de los canales de calcio.

Si tienes más dudas sobre cómo el sueño afecta a tu frecuencia cardíaca, consulta a tu médico y aun especialista en el ramo.

 

Vía: Harvard Medical School