La Organización Panamericana de la Salud (OPS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) dieron inicio a la Semana Internacional de la Concientización sobre la Sal, que se celebra del 10 al 16 de marzo.
En la campaña de este año y bajo el lema “Parar, observar, elegir… la opción con menos sal”, las instancias de salud hacen un llamado a detenernos antes de realizar una compra o consumir un producto alimenticio para corroborar que tanto sodio tiene.
Los organismos buscan concientizar a las personas sobre la importancia que tienen las etiquetas nutricionales para informar a los consumidores sobre el contenido de sal en las comidas procesadas, alimentos con altos niveles de sodio que cada vez tienen mayor presencia en muchos países del mundo.
Branka Legetic, quien es la coordinadora de la Iniciativa para la reducción de sal de la OPS y OMS, aseguró que “la mayoría de las personas no se dan cuenta cuánta sal están consumiendo”.
Explicó también la importancia de saber cuánto sodio tiene ya la comida que consumimos y, cuando sea posible, “elegir la opción con menos sal”. Por ello hizo un llamamiento empresas y gobiernos para proporcionar a la ciudadanía etiquetas con información nutricional que muestren con claridad el contenido de sal.
Consumir más de cinco gramos de sal al día aumenta en mucho las probabilidades de sufrir presión arterial alta, que a su vez es el principal factor de riesgo de morir por ataque cardiaco, un accidente cerebrovascular y falla renal.
En la mayoría de los países de América, entre ellos México, Argentina, Brasil, Canadá, Chile y Estados Unidos, se consumen de nueve a doce gramos de sal diariamente.
La mayoría de los países americanos han comenzado estrategias para reducir la ingesta de sodio en la población, sin embargo, sólo Argentina, Canadá y Estados Unidos requieren por ley que se ponga el contenido de sal en la información nutrimental de los alimentos procesados.
En 2013 la OMS y la OPS crearon un consorcio para la reducción de sal que engloba un plan de acción hasta 2018, el cual recomienda medidas como campañas de concientización a la población para que conozcan cuánto sodio consumen en sus productos cotidianos, además de establecer medidas de negociación con la industria alimenticia para que voluntariamente reduzcan este elemento de sus productos.
La coordinadora de esta iniciativa Branka Legetic dijo que “para llevar adelante estas acciones se necesita de la colaboración entre los sectores público y privado, con el apoyo de los investigadores científicos, de quienes abogan por los derechos del consumidor y del público en general”.
Vía: Organización Panamericana de la Salud
