En ocasiones, el regreso a clases genera en los niños cuadros de ansiedad, insomnio y hasta síntomas de depresión, según la directora del Centro de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), Claudia Sotelo Arias.
Si bien resulta algo normal, no todos los infantes disfrutan el regreso a la escuela, pues separarse de la familia después de seis semanas de vacaciones puede provocarles algún grado de ansiedad, de acuerdo con la especialista.
Aunque relacionar a un menor con estos padecimientos suena preocupante, el verdadero problema ocurre cuando los menores de edad padecen los síntomas descritos de una forma aguda y constante.
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Este tipo de síntomas pueden derivar de tres problemas: sobreprotección, el ambiente escolar y el aprendizaje.
En la sobreprotección, que ocurre en el 50% de los casos, los niños no han aprendido a tener autonomía, por lo que hacen berrinches y tienden a volverse ingobernables, pues existe un miedo irracional a la separación con sus padres.
En el 30% de los menores hay un rechazo a regresar a las aulas por problemas en el ambiente escolar, sobre todo cuando existe bullying o falta de integración desde el aspecto social.
El 20% restante tiene inconvenientes de aprendizaje, ya sea por problemas de frustración o depresión, lo que lleva a un detrimento de la autoestima por bajo aprovechamiento escolar.
Para Sotelo Arias, los padres de familia deben hablar con sus hijos sobre las bondades de la escuela y ayudarlos a regular ciertos hábitos, como dormir temprano y desayunar cada día.
En caso de detectar signos de acoso, es necesario establecer una estrategia con la escuela y sugerir una terapia psicológica para el menor.
Vía: Notimex
