El aspecto físico es muy importante para nuestra civilización, principalmente por los estereotipos que envuelven a la vida moderna. En este sentido, existe una relación compleja entre lo mental y lo físico, lo que produce, en muchas ocasiones, que las personas recurran a intervenciones estéticas peligrosas.
En la búsqueda por la belleza, existe el riesgo de acceder a cirugías en las que se utilizan sustancias no autorizadas para uso médico. Evidentemente, esto genera un problema de salud denominado enfermedad por modelantes.
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A decir de la Secretaría de Salud, en más del 50% de los casos ya no se pueden ofrecer alternativas de tratamiento, debido al avance del daño, pero ¿cuáles son las sustancias que tanto afectan la salud de los pacientes? Aunque parezca sorprendente, existen casos en los que se inyectan sustancias que nada tienen que ver con una cirugía plástica profesional, como aceite mineral y comestible, silicón de rama industrial y biopolímero, un producto que se plastifica al momento de ser inyectado.
De acuerdo con Raymundo Priego Blancas, jefe de Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Hospital General de México, Eduardo Liceaga (HGM), en la actualidad se realizan infiltraciones en todo el cuerpo, acción que —de no realizarse con un profesional— conduce a la cicatrización de los tejidos, fibrosis e isquemia. El resultado es completamente negativo, pues se obtiene una piel más gruesa, con cambios de color y textura, al tiempo que se generan granulomas, abscesos y úlceras.
Desafortunadamente, los cambios en el cuerpo van más allá de lo tangible, también pueden surgir inflamaciones que afecten todo el tejido conectivo; así como lupus, esclerodermias y artritis; y en el peor de los casos, dañar ciertos órganos —pulmón, hígado y riñón—.
¿Crees que vale la pena arriesgar tu salud? Ámate tal y como eres, si te interesa someter tu cuerpo a una cirugía plástica, visita a un profesional y determina si realmente la necesitas.
Vía: Notimex
