El cuerpo humano funciona de forma asombrosa, tanto que hasta el día de hoy se siguen descubriendo nuevos aspectos sobre su funcionamiento. Uno de los más recientes hallazgos encontró que, dependiendo la hora del día en que sucedan, las heridas podrían variar su cicatrización.

La investigación, llevada a cabo por especialistas británicos, señala que el horario en que se produce una lesión en la piel tiene mucho que ver en su proceso de recuperación.

Esto se debe, principalmente, a que las células de nuestro organismo que ayudan a cicatrizar y sanar el tejido dañado funcionan más rápido durante el día, explicó John O’Neill, líder de la investigación y biólogo del Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigación Médica en Cambridge, Reino Unido.

Para el experto, estos resultados sugieren que el tiempo en que es causada una herida es igual de importante que los antibióticos y los vendajes para la recuperación de lesiones en la piel.

Gracias al funcionamiento de nuestro reloj circadiano (una especie de reloj biológico humano que regula las funciones fisiológicas del organismo para que sigan un ciclo regular que se repite cada 24 horas), las personas que sufren heridas durante el día pueden recuperarse más rápido, en comparación con aquellas que sufren lesiones por la noche.

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«Estábamos realmente asombrados [tras conocer los resultados]», admitió O’Neill. De acuerdo con los investigadores, durante sus análisis las heridas nocturnas tomaron un promedio de 11 días más para sanar, en comparación con aquellas acontecidas de día.

Durante el estudio, que apareció publicado en la revista especializada Science Translational Medicine, O’Neill y su equipo se dieron cuenta de que las células de la piel conocidas como fibroblastos (las cuales son fundamentales para la cicatrización de heridas) funcionan mejor durante el día, por lo que comenzaron el proceso de cicatrización de inmediato.

Estas observaciones los llevaron a concluir que la hora del día en que ocurre una herida puede afectar directamente la rapidez con que esta se cicatriza.

Hasta ahora se creía que nuestro reloj biológico residía solamente en el cerebro. Sin embargo, investigaciones como esta han demostrado que las células en otras partes del cuerpo mantienen su propio ‘reloj’.

 

Vía: Notimex