Los lunares son crecimientos sobre la piel que se producen cuando las células productoras de pigmento, llamadas melanocitos, crecen en grupos. La mayoría de las personas tiene entre 10 y 40 lunares. De hecho, una persona puede desarrollar nuevos lunares hasta los 40 años.

Existen de todo tipo, pueden ser rosados, morenos o marrones, así como planos o elevados. Generalmente, son redondos u ovalados.

¿Cuándo debemos preocuparnos?

Una de cada diez personas tiene, por lo menos, un lunar inusual o atípico, de aspecto distinto a los lunares comunes. Éste se denomina nevo displásico.

Estos lunares pueden tener más probabilidades de convertirse en melanoma, un tipo de cáncer de piel, que los lunares comunes. Por lo que se debe consultar a un médico para que revise cualquier lunar de aspecto irregular, de mayor crecimiento, que cambia de color o de forma o cualquier otro tipo de anormalidad.

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Melanoma

El melanoma es el tipo más serio de cáncer de piel. Pensar en el «ABCDE» puede ayudarte a recordar lo que debes vigilar:

  • Asimetría: el contorno de una mitad no es igual al otro.
  • Bordes: los bordes son desiguales, borrosos o irregulares.
  • Color: el color es disparejo y puede incluir tonalidades negras, cafés y canela.
  • Diámetro: hay cambios en el tamaño, generalmente se vuelven más grandes.
  • Evolución: cualquier cambio en el lunar en las últimas semanas o meses.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos