El cáncer cervicouterino es una de las enfermedades más devastadoras del mundo y es la segunda causa de muerte en la mujer a nivel mundial y la primera en países en desarrollo.
Cabe destacar que en el 93 por ciento de los casos de cáncer cervicouterino se ha encontrado relación con la infección por el virus del papiloma humano, por lo que se considera a este virus uno de los factores más importantes para desarrollar la enfermedad.
El 80 por ciento de los casos de cáncer cervicouterino corresponden a países en vías de desarrollo. En el caso de México se dan 14 casos por cada cien mil habitantes.
El cáncer cervicouterino es una enfermedad que tiene una historia de larga evolución que inicia en cambios en el epitelio cervical que se va acentuando en un término de 15 a 20 años en el que se transforman en carcinoma invasor. Se sabe que dichos cambios se relacionan con el virus del papiloma humano.
Entre los factores de riesgo para desarrollar cáncer cervicouterino se encuentran factores genéticos como la inmunodepresión genética inducida y factores hormonales endógenos, además de infecciones persistentes por el virus del papiloma humano y la exposición al tabaquismo.
Un método para la detección del virus del papiloma humano que es gran causante de casos de cáncer cervicouterino es la hibridación de ácidos nucleicos, es decir un ensayo de captura de híbridos en microplaca y reacción en cadena de la polimerasa.
Existe también una prueba llamada Hybrid Capture II aprobada por la Federación de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos que llega a detectar niveles muy bajos de virus del papiloma humano en el ADN. Tiene como ventajas un manejo relativamente sencillo y buena reproductibilidad de resultados.
En la actualidad se realizan estudios en los que se emplea una sonda polar como un nuevo sistema de exploración que permite diferenciar un tejido normal del premaligno o maligno, esto gracias a sus distintas propiedades ópticas y eléctricas.
Los expertos recomiendan realizar la prueba del Papanicolaou que es un examen pélvico que detecta la presencia de tejidos malignos y es hoy en día la prueba más socorrida para detectar cáncer cervicouterino.
Vía: Académica
