Las bayas poseen un alto contenido de antocianinas, las cuales son pigmentos vegetales con propiedades antioxidantes y pueden estar asociados con un menor riesgo de cáncer.

En un estudio realizado en humanos, 25 personas con cáncer colorrectal fueron tratadas con extracto de arándano durante siete días, lo que redujo el crecimiento de células cancerosas en un 7 %.

En otro estudio pequeño, se les dieron frambuesas negras liofilizadas a pacientes con cáncer oral. Los resultados mostraron que el consumo de estas bayas disminuyó los niveles de ciertos marcadores asociados con la progresión del cáncer.

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Asimismo, un estudio realizado en animales descubrió que dar frambuesas negras liofilizadas a ratas reducía la incidencia de tumores esofágicos hasta en un 54%, así como la cantidad de tumores hasta en un 62% .

De manera similar, otra investigación en ratas reveló que darles a estos roedores un extracto de bayas inhibía varios biomarcadores de cáncer.

Según los hallazgos mencionados anteriormente, incluir una o dos porciones de bayas en tu dieta todos los días puede ayudar a inhibir el desarrollo de cáncer.

No obstante, toma en cuenta que estos son estudios observacionales y en animales que analizan los efectos de una dosis concentrada de extracto de bayas, por lo que se requiere más investigación en humanos.

 

Fuente: Healthline