Es normal utilizar agua todos los días y olvidarnos de dónde proviene. El hecho es que, en la mayoría de los hogares, los tinacos y las cisternas son su primer destino.

El desinterés de dar mantenimiento a los sistemas de almacenamiento de agua es un riesgo potencial para la salud, debido a las bacterias y los virus que se desarrollan en ese ambiente.

Este tipo de microorganismos pueden causar enfermedades dermatológicas, gastrointestinales y hepatitis, entre otras afecciones. Además, el exceso de minerales, polvo y basura queda atrapado en grifos y regaderas, aumentando el riesgo.

A decir del médico Arturo Peñaloza Hernández, en la mayoría de los equipos el cierre no es hermético, es decir, no impide la entrada de microorganismos, situación que se complica más cuando se dejan sin tapa.

“El no hacer esa limpieza genera la proliferación de virus, como el de hepatitis A y rotavirus, algunas bacterias que causan enfermedades en la piel; E-Coli, salmonella y parásitos que causan infecciones gastrointestinales”, señaló.

Conoce más: 5 pasos para desinfectar tu tinaco o cisterna

Recomendaciones

  1. Limpia los sistemas de almacenamiento de agua cada seis meses.
  2. Algunos tinacos cuentan con aditamentos que ayudan a reducir riesgos —como filtros—. ¡Úsalos!
  3. Si vas a comprar un tinaco, elige uno que tenga una capa antibacterial que evita la reproducción de microorganismos en el interior.

Para la limpieza, se aconseja cerrar la llave de paso unos días antes, con el fin de que se vacíe y no se desperdicie agua. No olvides dejar un poco de líquido para cepillarlo. Usa una escoba dedicada únicamente para este fin, así evitarás añadir basura. Finalmente, enjuaga y vacía por completo para llenarlo nuevamente.

 

Vía: Notimex