Además de ayudar a eliminar las toxinas del cuerpo, beber agua es una excelente opción para mantener un peso saludable. De acuerdo con Lourdes Margarita Mateos Reynoso, especialista del IMSS en Jalisco, es posible confundir la sed con el hambre, situación que lleva al sobrepeso y la obesidad.

Para reducir los excesos alimenticios, es sumamente importante mantener una buena hidratación desde las primeras horas de la mañana. Lamentablemente, las personas prefieren consumir comida procesada, como galletas, chocolates y papas, cuando en realidad su cuerpo necesita agua natural.

Esto se vuelve un verdadero problema si le sumamos la falta de actividad física, hecho que incrementa el riesgo de sobrepeso o un aumento progresivo que alcance el grado de obesidad mórbida.

“Hidratarse es un hábito que no debemos postergar hasta la tarde o la noche, cuando solemos beber de uno a dos litros de agua de una sola vez. Es más provechoso para el organismo racionar el vital líquido, con el fin de estimular el metabolismo”, dijo.

A decir de la especialista, es muy común tener “sensación de hambre” cuando en realidad hay sed. ¿Cómo distinguir entre una y otra? Gracias a los antojos inespecíficos, por ejemplo, al tener deseos de comer algo sin importar si es dulce o salado.

Conoce más: ¿Cuánta agua debemos beber diariamente?

En estos casos, lo mejor es beber un vaso de agua, si las ganas continúan, entonces si existe una necesidad alimenticia. Esto no significa que se deba comer todo lo que esté a la mano; es importante elegir alimentos balanceados y nutritivos, como proteínas de origen animal y vegetal, cereales, verduras y frutas.

 

Vía: Notimex