La biopsia de piel es uno de los exámenes más completos y eficaces que existen en la dermatología, ya que complementa la exploración dermatológica y precisa la evolución de los tumores y revela si se ha eliminado o no el tumor en su totalidad.
Para la biopsia de piel es fundamental que el dermatólogo, además de conocer los aspectos clínicos, conozca la estructura microscópica de la piel y las variaciones regionales de las manifestaciones cutáneas. También debe de tener a la mano una historia clínica del paciente concisa y completa.
La biopsia es la obtención de tejidos u otros materiales procedentes de un organismo vivo para realizar exámenes más profundos con fines diagnósticos. La biopsia de piel se puede realizar con un bisturí o un sacabocado, y es considerado un procedimiento de cirugía menor.
Es de vital importancia que el médico analice detenidamente cuál será el sitio de donde se tomará la muestra de piel para realizar la biopsia, pues de éste dependerá el diagnóstico correcto.
Inmediatamente después de tomada la muestra debe ser colocada en un líquido fijador con el fin de que se evite alguna contaminación de la muestra y se estabilicen las proteínas. El especialista se debe cerciorar de que la muestra para la biopsia se quede dentro del líquido fijador.
El último paso es someter en su totalidad el tejido extirpado a un examen microscópico. En el caso de algunas dermatosis como la micosis fungoide, se deben realizar biopsias seriadas con el fin de evaluar la evolución de la enfermedad.
Recuerda que para cualquier procedimiento de esta clase se debe consultar con el especialista calificado para tener un diagnóstico oportuno. Sí tienes un problema de salud acude al médico, no lo dejes pasar.
Vía: Académica