Realizar actividad física en una bicicleta estacionaria o fija mejora tu pulso cardíaco (hace que lata más tu corazón), por lo que es una excelente opción si buscas acondicionamiento aeróbico, así lo indica Chris Woolston, escritor y editor especializado en ciencia, salud y viajes y colaborador recurrente de la revista Nature.
Pedalear en esta bicicleta también otorga un entrenamiento para los músculos grandes en tus piernas, y posee una ventaja importante sobre el ciclismo regular: ni la lluvia, ni el sol ni la oscuridad de la noche te impedirán disfrutar de un poco de ejercicio. A algunas personas les gusta combinar su rutina de bicicleta con leer o ver la televisión, distracciones que pueden hacer que un régimen de ejercicio sea más atractivo. El resultado final: si estás buscando un entrenamiento aeróbico cómodo y saludable, una bicicleta estacionaria es una excelente opción.
¿Como la uso?
Las bicicletas estacionarias son fáciles de usar, incluso si nunca has montado una real. Lo único que debes descubrir es la posición correcta del asiento y la resistencia correcta.
Existen dos diseños básicos: vertical y reclinado. Cuando usas un modelo vertical, estás en la misma postura corporal que experimentarías al montar una bicicleta convencional. En contraste, las bicicletas reclinadas te colocan en una posición semireclinada. Muchas personas consideran que la posición reclinada es más cómoda ya que el peso se distribuye en un área más amplia de la espalda y los glúteos, por lo que hay menos puntos de presión. Si tienes dolor de espalda o cuello, el diseño reclinado podría ser tu mejor opción.
Asegúrate de que la máquina que elijas sea ajustable, pero sobre todo, que se ajuste a tu cuerpo. Tener un ajuste adecuado es esencial para que estés cómodo(a). Si la distancia del asiento al pedal no se ajusta correctamente, puedes ocasionar tensión en tus rodillas. Si debes balancearte lateralmente en el asiento para alcanzar los pedales, debes bajar más el asiento.
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Para la mayoría de las personas, la altura del asiento debe permitir que la rodilla se curve ligeramente cuando esta descienda al máximo (la curva debe estar entre 5 y 10 grados). El asiento mismo debe estar nivelado y paralelo al piso. Un asiento inclinado puede causar una presión incómoda o que te salgas de tu posición. No deberías tener que estirarte para llegar al manubrio o manillar. Una posición adecuada debería permitirte doblar los codos cómodamente. Si notas tensión en la parte baja de la espalda o el cuello, intenta mover el manillar a una mayor altura y prueba si esa posición es más cómoda.
Para obtener el máximo beneficio, debes pedalear para que tus piernas se muevan en un movimiento fluido y circular. Si hay correas para los dedos de los pies, colócalas cómodamente sobre tus zapatos. Con las correas en su lugar, también podrás ejercitar tus músculos cuando levantes la carrera ascendente.
¿Cuáles son mis opciones si decido comprar una bicicleta fija para el hogar?
En comparación con otras máquinas de ejercicio como las cintas de correr y las elípticas, las bicicletas estacionarias son generalmente asequibles. De acuerdo con la revista Consumer Reports, las bicicletas estacionarias de buena calidad están disponibles por alrededor de 200 dólares (casi 4 mil pesos mexicanos). Los modelos con entrenamientos preprogramados, monitores cardíacos integrados y otras características de alta gama tienen un costo más elevado.
Vía: Health Day News