Foto: Cathy Greenblat / OMS

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Investigadores de la Universidad de Alberta de Edmonton, Canadá, señalan que el ejercicio regular puede ser benéfico para las personas que sufren demencia. Según sus estudios, con ello se pueden obtener mejoras en el funcionamiento cognitivo y su capacidad de realizar actividades diarias.

Estas conclusiones se obtienen de analizar los resultado de 16 ensayos anteriores, los cuales se realizaron en 937 personas mayores con demencia y determinar si el ejercicio les permitió tener mejoras en la cognición, en su actividad diaria, en el comportamiento, en la depresión y los índices de mortalidad.

Otro aspecto que se observó fue el evaluar si existieron beneficios para los miembros de la familia o para las personas encargadas de cuidarlos.

La demencia es un término general que abarca una serie de trastornos cognitivos que se caracterizan por la pérdida de memoria y cambios en la personalidad.

Los investigadores querían probar la teoría de que el ejercicio podría ser útil para los pacientes con demencia, ya sea disminuyendo la progresión de la enfermedad o ayudando en el tratamiento. En este sentido, señalan que al mejorar la capacidad del paciente para realizar sus tareas diarias, como levantarse de una silla o caminar distancias cortas, pueden traer cambios positivos en los procesos mentales como la memoria y la atención, conocidas genéricamente como funcionamiento cognitivo.

Al respecto, Dorothy Forbes, profesora asociada de enfermería en la Universidad de Alberta e investigadora dentro del estudio, señala que es importante revisar nuevamente los Datos de la Evaluación Cochrane 2008, que la misma investigadora condujo. Sobre la evaluación del 2008, la doctora Forbes señala que “en nuestra revisión anterior no pudimos sacar ninguna conclusión acerca de la efectividad del ejercicio en las personas mayores con demencia, debido a la escasez de pruebas apropiadas».

Para este nuevo estudio, cuyos resultados fueron publicados por Cochrane Collaboration, se incluyeron 12 ensayos más para ampliar la investigación. Estos nuevos resultados, hicieron posible observar en personas mayores que sufren demencia mejorías en la función congnitiva y la capacidad de realizar tareas simples gracias al ejercicio.

Forbes explica que «a raíz de esta nueva revisión, ahora estamos en condiciones de concluir que existe evidencia prometedora para los programas de ejercicio para la mejora de la cognición y la capacidad para llevar a cabo las actividades diarias. Sin embargo, todavía tenemos que tener cuidado con la forma en la que interpretamos estos resultados”.

Los investigadores advierten que todavía existen diferencias sustanciales entre los resultados de los ensayos individuales. En este sentido, agregan, que no se encontraron evidencias “suficientes” de que el ejercicio ayudaría a mejorar aspectos como el comportamiento desafiante o la depresión entre los adultos mayores con demencia.

La profesora de la Universidad de Alberta apunta que “es claro que se requiere de más investigación para poder desarrollar guías de buenas prácticas que permitan a los especialistas en salud asesorar en el tema a personas con demencia que viven en su propio hogar o en instituciones. También necesitamos entender que nivel y que intensidad de ejercicio es benéfico para algunos pacientes con demencia”.

Vía: Medical News Today