El café es una de las bebidas más consumidas en todo el mundo. Si bien tiene efectos positivos reconocidos por la ciencia, es un hecho que tomarlo de forma excesiva puede provocar daños en la salud, como alteraciones en el ritmo cardíaco, manchas en los dientes, entre otros.

Otra parte importante de la población prefiere el té. Entre sus beneficios destacan la prevención del desarrollo de diabetes, según diversos estudios. De igual forma, se dice que el té blanco reduce el riesgo de obesidad, al tiempo que contiene antioxidantes que pueden ralentizar el envejecimiento.

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Otros beneficios

  1. Beber alrededor de cuatro tazas de té al día ayuda al organismo a reducir la hormona del estrés
  2. Los tés negros, verde, blanco y oolong contienen sustancias conocidas como flavonoides, cuyo consumo se ha vinculado con menores casos de enfermedades del corazón.

Es importante desmitificar la idea de que el té y el café son bebidas deshidratantes. Su consumo, calculado en una media de cuatro tazas diarias, no influye negativamente en los procesos de eliminación de líquidos del cuerpo. Además, ambas bebidas traen consigo riesgos si no se beben con moderación.

Riesgos

  1. El consumo excesivo de ambas bebidas está relacionado con situaciones de insomnio, dolor de cabeza y malestar estomacal.
  2. El café sin filtrar puede dar lugar a niveles altos del colesterol “malo”; en tanto, el té contiene una gran cantidad de tanino que reduce la absorción de hierro en el organismo y puede producir anemia.

Entonces, ¿café o té?

Para aprovechar sus propiedades saludables y evitar las posibles consecuencias negativas, los médicos coinciden en que la clave está en la moderación.

Se calcula que alrededor de 300 gramos de cafeína diarios pueden tener consecuencias beneficiosas, siempre y cuando lo acompañemos de una dieta saludable y un estilo de vida activo.

Puedes tomar tu elección considerando que el café contiene entre 80 y 185 miligramos de cafeína, mientras que el té tiene sólo entre 15 y 70 miligramos. Una buena alternativa es la combinación de ambos, siempre y cuando sea con moderación. Y tú, ¿qué prefieres?

 

Vía: El Confidencial/ Hola Doctor