Tomar agua podría potencia el rendimiento intelectual, según una investigación llevada a cabo por la Universidad de East London School of Psychology, en Inglaterra.
El periodo de exámenes es un tiempo que requiere un gran esfuerzo intelectual. No obstante, el estrés, ansiedad y un deficiente sueño hacen que la mayor parte de los estudiantes descuiden su alimentación y, sobre todo, su hidratación.
Ante esta situación, a través de varios experimentos, los expertos de la casa de estudios británica detectaron que las personas que tomaron tres vasos de agua antes de realizar una serie de pruebas cognitivas, tuvieron un tiempo de reacción mayor que las personas que no consumieron esta cantidad del líquido.
Desconocimiento de los estudiantes
La mayor parte de los estudiantes no sabe que la hidratación incide en el rendimiento mental. Esto quiere decir que, si no consumen la cantidad de agua necesaria, se reduce la capacidad de memoria a corto plazo, la concentración, la capacidad visual y las habilidades aritméticas, entre otras.
Asimismo, la deshidratación genera cansancio y dolor de cabeza, manifestaciones que también influyen en las operaciones mentales. «En los estudios de investigación que se han realizado se ve que si la hidratación es insuficiente, al igual que ocurre en cualquier otra célula del organismo, también afecta al funcionamiento del cerebro y empeora el rendimiento intelectual en funciones de atención, repetición, matemáticas, etc.», explicó la doctora Carmen Gómez Candela, jefa de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital La Paz de Madrid
Glucosa y funcionamiento neuronal
Los especialistas señalan que se debe consumir entre 2 y 2.5 litros de agua diarios mediante distintos tipos de bebidas. En los periodos de alto esfuerzo mental, como en los exámenes, además de tener una correcta hidratación que permita llevar a cabo las habilidades intelectuales, se requiere un buen nivel de glucosa, que es la energía del cerebro.
La glucosa es fundamental para el óptimo funcionamiento de las neuronas. “Las bebidas que contienen azúcares cumplen un importante papel a la hora de aportar glucosa a la mente, ya que mantienen los niveles de atención y mejoran diversos aspectos como la capacidad de reacción, la memoria o el rendimiento intelectual. No es conveniente que al cerebro le falte glucosa, porque es imprescindible para el normal funcionamiento neuronal«, indicó la doctora Gómez.
