Un baño largo con agua caliente —es decir, a temperaturas muy elevadas— pareciera una gran idea para mantener el calor corporal durante el invierno. Lamentablemente, se trata de un error común que genera graves daños en la piel, principalmente en niños y adultos mayores, debido a sus características biológicas.

“Estamos haciendo mal el baño porque lo hacemos prolongado y con agua muy caliente. La combinación de eso con el frío ambiental genera mucha resequedad en la piel, la cual puede verse roja e inflamada”, apuntó la especialista del IMSS Ana Rosa Alvarado Rivas

Otros riesgos

  1. Vestirse inmediatamente después de bañarse. Esto evita el paso de la hidratación, especialmente durante el invierno.
  2. Utilizar productos que no promueven el buen estado de la piel. “Es preciso mantener la piel en las mejores condiciones posibles. (Se recomienda) no usar estropajo, bañarse con jabones cremosos; y utilizar guantes, bufanda y gorros al salir de casa, porque las partes distales (manos, pies, cabeza), son las que más pueden sufrir en un momento dado”, señaló la experta.
  3. Minimizar la aparición de resequedad en la piel. Aunque es un síntoma muy común, en realidad equivale a una quemadura de primer grado, misma que desencadena ardor y comezón.

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Recomendaciones

1. Elige una buena crema hidratante que lleve componentes humectantes y vitamina C.
2. Utiliza protección solar, incluso en invierno.
3. Consume gran variedad de nutrientes, como vitaminas antioxidantes del grupo A, B, C y E.
4. Bebe agua, recuerda que ayuda a mantener una piel elástica e hidratada.
5. Disminuye la ingesta de alcohol y el consumo de tabaco pues, junto con el frío, reducen la vascularización superficial en la epidermis, aumentando rojeces, capilares rotos y deshidratación.

 

Vía: Notimex