Investigaciones realizadas durante los últimos años han llegado a la misma conclusión: las personas deben reducir su consumo de azúcar para prevenir problemas de salud. Sin embargo, vale la pena aprender a diferenciar entre azúcares añadidos y naturales.

Los azúcares añadidos son aquellos que no existen naturalmente en un alimento o bebida, pero que se añaden durante el procesamiento o la preparación.

Por su parte, los azúcares naturales se encuentran en la leche y las frutas, principalmente. En la leche y el yogur el azúcar principal es la lactosa, mientras que en las frutas son la glucosa y la fructosa.

Y si bien la recomendación es reducir el consumo de azúcar, lo primordial debe ser centrarse en evitar ingerir alimentos con azúcares añadidos, indicó Kara Shifler Bowers, dietista registrada en un centro de salud de Hershey, Pensilvania, Estados Unidos.

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Es mucho mejor comer un tazón de arándanos que una barra de granola, los azúcares añadidos simplemente no son iguales que los naturales, subrayó.

De acuerdo con la experta, “los azúcares naturales de las frutas son distintos, porque las frutas tienen fibra, además de muchos antioxidantes y vitaminas, como la A y la C”.

Consejos

Para mantener bajo control el consumo de azúcar, Shifler Bowers recomendó seguir algunos consejos:

1. Las mujeres no deben consumir más de 6 cucharaditas (25 gramos) de azúcar añadido cada día. En los hombres, el límite es de 9 cucharaditas (36 gramos).

2. En lugar de eliminarlos de un día a otro, lo mejor es reducirlos de forma gradual. Un adecuado primer paso sería limitar las bebidas azucaradas solo para ocasiones especiales.

3. Revisar las etiquetas, ya que incluso opciones aparentemente saludables como el yogur, las barras de fibra, las barritas de proteína y la salsa de espagueti pueden contener unos niveles altos de azúcares añadidos.

4. Los padres deben demorar todo lo posible para introducir el azúcar en la dieta de los niños, incluso el azúcar en los jugos. “Sus papilas gustativas se están desarrollando, así que si se acostumbran a los alimentos dulces, es lo que querrán comer a media que crezcan”, advirtió. Su recomendación es que los niños de 1 a 3 años no deben consumir más de 118 mililitros de jugo de fruta al día.

Finalmente, la especialista detalló que “uno siente deseos de lo que come. El cuerpo puede olvidar alimentos, por así decirlo, así que mientras más tiempo se abstenga de ellos, más fácil será. Puede disfrutarlos de vez en cuando, pero no tendrá que comer la misma cantidad”.

 

Vía: Health Day News