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Numerosos estudios han sugerido que las personas con autismo poseen más probabilidades de tener anorexia, y que las personas con anorexia tienen más probabilidades de padecer algún trastorno del espectro autista (TEA).

Por ejemplo, una revisión del año 2021 halló e hizo énfasis en que, entre más rasgos del autismo, estos tienden a preceder a la anorexia. Asimismo, una revisión del año 2017 reveló que las personas con más rasgos de TEA también mostraron más tendencias obsesivo-compulsivas, que suelen estar presentes en personas con trastornos alimentarios.

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Las personas con anorexia tienden a manifestar estas mismas tendencias y utilizan restricciones alimentarias (que pueden presentarse como una compulsión) para controlar la ansiedad (que puede presentarse como una obsesión).

La gente con autismo también tiende a tener comportamientos repetitivos y restrictivos, como una cantidad limitada de alimentos seguros, un deseo de equidad o dificultades con el cambio. Además de aumentar el riesgo de anorexia de una persona, esto también puede hacer que el tratamiento sea particularmente desafiante.

 

Fuente: Medical News Today