El trastorno del espectro autista (TEA), o autismo, es un término amplio que se utiliza para describir un grupo de afecciones del desarrollo neurológico.

Estas condiciones se caracterizan por diferencias en la comunicación y la interacción social. Las personas con TEA suelen demostrar intereses o patrones de comportamiento restringidos y repetitivos.

El TEA afecta a personas de todo el mundo, independientemente de su raza, etnia, cultura o origen económico.

Generalmente, los síntomas del TEA se vuelven claramente evidentes durante la primera infancia, entre los 12 y los 24 meses de edad. Sin embargo, los síntomas también pueden aparecer antes o después.

Los primeros síntomas pueden incluir un marcado retraso en el lenguaje o en el desarrollo social.

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Se desconoce la causa exacta del TEA. Las investigaciones más recientes demuestran que no existe una causa única.

Algunos posibles factores de riesgo de TEA incluyen:

  1. Tener un familiar directo que padezca autismo
  2. Ciertas mutaciones genéticas
  3. Síndrome de X frágil y otros trastornos genéticos
  4. Nacer de padres mayores
  5. Bajo peso al nacer
  6. Desequilibrios metabólicos
  7. Exposición a metales pesados y toxinas ambientales
  8. Antecedentes maternos de infecciones virales
  9. Exposición fetal a los medicamentos ácido valproico o talidomida

Según los expertos, tanto la genética como el entorno pueden determinar si una persona desarrolla TEA.

No obstante, múltiples fuentes, antiguas y recientes, han concluido que las vacunas no ocasionan TEA.

 

Fuente: Healthline