A pesar de ser una buena opción para sustituir el uso del azúcar, los edulcorantes han ganado mala fama con el paso de los años, incluso, han sido relacionados con la caries dental, la diabetes tipo 2 y alteraciones del ritmo cardíaco, entre otras enfermedades.
Si bien todo ingrediente es dañino en exceso, el uso de edulcorantes —de manera controlada— es completamente seguro. De hecho, la mayoría de los alimentos que consumes en tu día a día los contienen, principalmente la sacarina y el aspartame (también conocido como aspartamo).
Este último ingrediente puede encontrarse en muchos productos, como pastillas de menta, cereales, refrescos, helados, cremas, gelatinas, dulces, cacao instantáneo, galletas, yogures e, incluso, aderezos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) lo catalogó como uno de los seis «edulcorantes de alta intensidad» aprobados para ser utilizados como aditivos alimentarios. Pese a ello, la evidencia recolectada en los últimos años hizo que el organismo regulara y redujera sus cantidades en muchos alimentos.
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Recomendaciones
Especialistas recomiendan que la dosis diaria sea de 40 miligramos por kilogramo de peso corporal. Esto quiere decir que un adulto que pesa entre 75 y 80 kilogramos podría consumir entre 3 y 3.2 gramos. Sin embargo, lo ideal es limitar su consumo para ocasiones especiales.
Expertos de Mayo Clinic aseguran que la mejor alternativa son los edulcorantes naturales, una opción más saludable que el azúcar u otros sustitutos del azúcar. Es importante considerar que estos «edulcorantes naturales» podrían haber sido sometidos a un proceso de elaboración y refinación.
Los edulcorantes naturales que la FDA reconoce en general como seguros incluyen:
- Zumos y néctares de frutas.
- Miel.
- Melaza.
- Jarabe de arce.
Si tienes dudas respecto a tu alimentación, visita a un especialista en nutrición.
Vía: Hola Doctor
