Hay un peligro al acecho en el arroz y no lo encontrarás leyendo las etiquetas. Es el arsénico químico.

Y la amenaza no se trata de intoxicación inmediata, sino más bien de que la exposición a largo plazo por consumir pequeñas cantidades puede aumentar el riesgo de cáncer de vejiga, pulmón y piel, así como de enfermedad cardíaca y diabetes.

El arsénico, naturalmente, encuentra su camino en nuestro suelo y agua porque está en la corteza terrestre, pero también se acumula a partir de algunos pesticidas y fertilizantes.

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El arroz tiende a absorber arsénico más fácilmente que muchas otras plantas. Lo más desafortunado es que el arroz integral tiene las cantidades más altas porque el arsénico se acumula en las capas externas, que de otro modo serían saludables, y que se eliminan para hacer arroz blanco.

Eso no significa que debas eliminar todo el arroz de tu dieta, sino que debes elegirlo cuidadosamente, así lo sugiere el grupo de vigilancia Consumer Reports. Sus pruebas hallaron que los niveles de arsénico difieren según los tipos de arroz y dónde se cultivaron.

Por ello, te dejamos algunos consejos para limitar tu consumo de arroz:

  • Elige arroz marrón o rojo (uno de los más ricos en hierro y fibra) , arroz negro (el más alto en antioxidantes) y arroz de sushi o yamaní (el más rico en vitaminas del complejo B).
  • Varía tus granos enteros para minimizar la exposición al arsénico: prueba con trigo integral, amaranto, alforfón, mijo, polenta y sémola.
  • Lee atentamente las etiquetas de todos los productos alimenticios: arroz, harina de arroz o jarabe de arroz integral se encuentran en todo, desde alimentos sin gluten hasta galletas para la dentición.
  • Las altas concentraciones de arsénico en los alimentos a base de arroz que se dan a bebés y niños han llevado a recomendaciones para no darles bebidas de arroz y limitar el número de porciones de cereal de arroz. Según Consumer Reports, solo una porción de pasteles de arroz tiene un límite semanal para un niño, y una porción de cereal de arroz y pasta de arroz podría hacer que los niños sobrepasen la cantidad máxima.

Asimismo, debes tener muy presente la manera en la que cocinas el arroz. La mayoría de la gente cree que el arsénico se elimina del arroz después de haberlo cocinado. El método más común es ponerlo a hervir hasta que el agua se evapora, pero no es suficiente para prevenir la exposición a los rastros de arsénico.

Por ello y de acuerdo con el profesor Andy Meharg, profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad de la Reina de Belfast, en Irlanda del Norte, Reino Unido, el arroz debe dejarse remojando toda la noche, pues los estudios han demostrado que los niveles de la toxina se reducen hasta en un 80 por ciento utilizando este método.

 

Vía: Health Day News / Mejor Con Salud / Milenio