kid-watching-tv-2Un estudio reciente sugiere que los niños y adolescentes verían muchos menos anuncios de alcohol en la televisión si el sector que se dedica a su venta endureciera (y siguiera) sus propios lineamientos en lo referente a la publicidad.

En México, la publicidad del sector del alcohol es regulada por la Ley General de Salud en Materia de Publicidad, donde desde el sexenio de Ernesto Zedillo se introdujo una normatividad que limita la aparición de anuncios a únicamente los horarios que sean autorizados por la Secretaría de Salud, a fin de que los medios de comunicación lleguen a una audiencia que esté compuesta en su mayoría por adultos, a partir de los 18 años de edad.

Asimismo, dicha legislación establece directrices que debe cumplir al pie de la letra la industria del alcohol, pues de lo contrario su publicidad sería removida y prohibida de inmediato en nuestro país. Por ello, este sector empresarial también cuenta con una gestión interna para regular sus anuncios publicitarios, de manera que cubran los requisitos que les exigen las leyes para poder promocionar sus productos, tanto aquí como en otros países.

Sin embargo, la nueva investigación halló que entre 2005 y 2012, cerca de uno de cada ocho anuncios sobre el alcohol que se emitieron en programas de televisión vistos por niños y adolescentes no cumplían con las normas legales ni de la industria.

El estudio, que se publicó en la edición de enero de la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs, señala que a pesar de que algunas compañías dedicadas a este rubro han estado usando dichas directrices para llevar por buen camino su publicidad, otras no lo hacen. Tales normas prohíben emitir anuncios durante ciertos horarios o programas de televisión, ya que sus audiencias representan mayoritariamente a menores de edad.

«Desde 2005, los niños han sido expuestos más de 15 mil millones de veces a anuncios sobre el alcohol que no cumplen con las directrices de la industria», apuntó Craig Ross, autor líder y profesor asistente de investigación de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston, EU. Ross también es asesor del Centro sobre el Mercadeo del Alcohol y los Jóvenes de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Johns Hopkins.

«Independientemente de cómo se han implementado las directrices en el pasado, no hay duda de que es posible hacerlo mejor», agregó el experto.

Los investigadores evaluaron el posible impacto de unas nuevas normas que buscan prohibir los anuncios, las cuales fueron diseñadas por ellos mismos. Éstas incluyeron no transmitir anuncios en programas que no cumplieran con las directrices del propio sector en el año anterior ni en horarios en donde hubiera un mayor número de televidentes jóvenes.

Asimismo, las directrices sugieren que los fabricantes de alcohol fueron más selectivos sobre la publicidad en los programas de cable de baja audiencia.

De haberse implementado los nuevos criterios, quizás se hubiera logrado la prevención de casi todos los anuncios de televisión que no cumplieron las normas y que fueron vistos por niños y adolescentes, aseguraron los investigadores.

Por sí solas, las restricciones sobre la publicidad son incapaces de resolver el consumo de alcohol entre los menores de edad, pero fungen como un paso clave porque los anuncios permiten conformar las opiniones de los jóvenes en cuanto a este estupefaciente, recalcó Ross.

«Cada vez hay más investigaciones sobre los efectos de la publicidad del alcohol sobre el consumo de alcohol entre los menores», refirió. «Los anuncios pueden ayudar a crear actitudes positivas hacia el consumo del alcohol, fomentando la iniciación a la bebida y el consumo excesivo».

 

Vía: Health Library